Sirve para los músculos de la cadera, los glúteos, los muslos y toda la pierna en general. Para realizarlo de forma correcta, hay que ponerse de pie con las piernas juntas y los brazos a los costados. Luego, avanzar unos 80 cm hacia adelante con una de las piernas, y doblar ambas rodillas para descender, quedando en un ángulo de 90°.
El ejercicio no cumplirá su objetivo si la persona se para con los pies muy separados y lleva el cuerpo muy hacia adelante, en un ángulo de menos de 90°.
El objetivo de estos ejercicios es moldear los músculos del abdomen. Sin embargo, Eduardo Fuentes afirma que hoy se discute si realmente son efectivos los tradicionales -aquellos donde el tronco sube hasta las rodillas-, ya que el movimiento implica arquear la columna, causando un desgaste innecesario.
"Recomendamos reemplazar los abdominales por la plancha, en la que se debe apoyar los codos y los pies en el piso, de forma recta, con el fin de que todo el peso se lo lleve el abdomen", explica.
Con estos ejercicios se busca fortalecer la zona de la espalda baja. Sin embargo, una mala ejecución es muy delicada y es por esto que Eduardo Fuentes recomienda reemplazar los lumbares clásicos por movimientos intravertebrales. "Se realizan balanceando pies y manos en el piso. Logran el mismo efecto, pero sin el riesgo de dañar las vértebras", asegura.
Es una zona difícil de ejercitar, por lo que es muy importante no cometer errores al hacerlo. "La punta del pie donde se apoyará todo el cuerpo, debe mirar hacia adelante. Si se ubica de otra forma no se conseguirá ejercitar el músculo que se requiere y no servirá", afirma el coach.
El running se ha vuelto una actividad muy de moda y según el coach, en ella el error que comúnmente se comete es con la posición de los brazos. "En una buena técnica de carrera, todo el cuerpo colabora y los brazos equilibran. Muchas personas corren con los brazos cruzados o muy rectos, lo que resta rendimiento y velocidad", dice.