SANTIAGO.- Hace 5 años, Karen Crespo era una mujer común y corriente, que trabajaba como enfermera en un hospital. Hoy, en cambio, es un ejemplo de resiliencia y fuente de inspiración para todos quienes piensan que en su vida siempre pasan cosas malas.
En 2011, Karen cayó enferma de lo que en principio creyó que era un simple resfrío. Tres días después de comenzar con los síntomas, su madre la llevó al hospital, donde le diagnosticaron meningitis bacteriana.
La salud de esta mujer, quien actualmente tiene 32 años, empeoró rápidamente, por lo que los médicos decidieron ponerla en coma durante 15 días. Sólo tenía un 10% de posibilidades de sobrevivir.
Sin embargo, y casi milagrosamente, su condición comenzó a mejorar y logró superar la enfermedad que, eso sí, le dejó marcas de por vida: Karen perdió ambos brazos y ambas piernas, además de su nariz, el labio superior de su boca y parte de su oreja derecha.
"Cuando me vi por primera vez, lloré. No podía creer que esto me había ocurrido a mí", confesó al "Daily Mail".
Luego de pasar cinco meses en cuidados intensivos, Karen pudo regresar a su hogar junto a su madre, quien debió dejar su trabajo para hacerse cargo de ella.
La recuperación fue larga y desafiante. Al principio, Karen dependía totalmente de otras personas para realizar cosas tan básicas, como ir al baño. Pero, gracias a su seguro médico pudo acceder a las prótesis que hoy le permiten ser más independiente.
"He aprendido a aceptar mi nueva apariencia", aseguró la mujer, quien se autodenomina la "maniquí humana", ya que el 40% de su cuerpo es de plástico.
Gracias a las prótesis, Karen también pudo concretar uno de los sueños que tenía antes de caer enferma: trabajar en el mundo de la moda. De esta manera, ella se convirtió en la primera modelo amputada de sus cuatro extremidades, en desfilar por la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York, en febrero de 2014.
"Siempre me ha interesado la moda y tener la oportunidad de desfilar en la Semana de la Moda de Nueva York fue algo increíble. Quise modelar con la esperanza de ser la inspiración que yo no tuve cuando me amputaron", afirmó.
Karen aún no regresa a trabajar, pero tiene todas las intenciones de hacerlo pronto. También desea juntar dinero para poder comprarse un vehículo especialmente adaptado para ella y así volver a manejar.
"También he hecho algunas charlas motivacionales y eso es algo que quiero mantener con la esperanza de ayudar a otros", concluyó.