SANTIAGO.- Las curvas de Kim Kardashian son un sello de su presencia, y bien se han hecho más evidentes en los dos embarazos que ha tenido, obligándola a cuidar muy bien su alimentación una vez que North y Saint West han nacido.
En el último, el de Saint, fueron 27 kilos los que subió la celebridad estadounidense, quien a punta de dieta y ejercicio ha logrado bajar 19 kilos desde diciembre, con una alimentación, según señala su propia nutricionista (Colette Heimowitz), que trata de no perjudicar su salud ni la del pequeño Saint, aún en etapa de lactancia.
Tal como reveló Heimowitz a Harper's Bazaar, Kardashian sigue desde su época universitaria la dieta Atkins, programa alimenticio que defiende la nutricionista, desde su cargo como vicepresidente de Atkins Nutritionals, y del que la mismísima Kardashian ha sido embajadora.
Come proteínas y hasta queso: La idea es no pasar hambre
“Una dieta baja en calorías te deja con hambre, y necesitas (precisamente) no pasar hambre para tener éxito”, aseguró Heimowitz, señalando que en este concepto se basa la dieta de Kardashian, lo que le permite alimentarse diariamente con las dosis adecuadas de calorías, proteínas, grasas y carbohidratos ricos en fibra, y así, “no tener la tentación” de comer de más. “Ni toda la fuerza de voluntad te alejará de un donuts si estás muerta de hambre”, aseguró.
Para esto, lo mínimo que consume al día son 1.800 calorías, que están en el límite para no perjudicar su salud ni la de Saint mientras sigue como lactante. De esta forma, siempre se le permite que sus platos tengan huevo o pescado, carnes rojas o pollo; algunas de esas alternativas proteicas (hasta 170 grs).
Esto, según Heimowitz, lo complementa con alimentos ricos en fibra, mencionando la alcachofa o el zapallo, amenizando con grasas saludables –palta o aceite de oliva-. Y tiene hasta permiso para comer diariamente hasta 113 gramos de queso, y pequeñas porciones de crema ácida o mantequilla (claro, siempre con mucha moderación).
La lista “no-no”
Kardashian tiene la suerte de no tener que luchar cara a cara con la tentación, ya que cuenta con gente que cocina para ella y se preocupa de su alimentación. Sobre todo, que su dieta no tenga las comidas prohibidas: azúcar, dulces, pasteles, galletas, harina blanca y arroz blanco.
“El secreto está en elegir carbohidratos ricos en fibra que retarden la liberación del azúcar al torrente sanguíneo”, dijo Heimowitz, recomendando reemplazar el arroz blanco por arroz integral, o la papa por camote.
Expectativas aterrizadas
Como no se trata de pasar hambre ni de privarse (la lista “no-no” de Kardashian no es estricta el 100% de sus días de dieta), se aconseja guiarse por porciones pequeñas y no volverse loca en la guerra contra los kilos.
Lo recomendable, según Heimowitz, es que la pérdida de peso sea entre medio kilo a un kilo semanal, pero no esperar que siempre sea así, ya que factores como el estrés, el propio organismo o un cumpleaños, por ejemplo, pueden hacer variar la cifra.