BUENOS AIRES.- La transformación del antiguo zoológico de Buenos Aires en un parque ecológico habitado por un acotado número de especies, comenzará en los próximos días con el traslado de aves rapaces a reservas naturales.
El plan parar reducir paulatinamente la presencia de 1.500 animales y transformar el zoológico en un área de conservación e investigación, llevará unos tres años en los que los veterinarios determinarán cuáles podrán ser trasladados a reservas de Argentina y del exterior, y cuáles deberán quedarse en el zoo, pero en muchas mejores condiciones que las de la actualidad.
"El límite para el traslado es el riesgo de vida", dijo Javier Goldschtein, de la Fundación Banco de Bosques e integrante de la comisión medioambiental para la transformación del zoológico. Entre los animales que deberán permanecer en el predio están la orangutana Sandra, "con indicadores positivos de tuberculosis y un cachorro de león que tiene un problema de hipotiroidismo", explicó el especialista.
A otros animales de avanzada edad un eventual traslado conllevaría demasiado estrés, como el caso de una hembra de oso hormiguero o del leopardo de las nieves.
El traslado de la elefanta Mara, que fue rescatada de un circo donde recibió maltratos, está siendo evaluado.
La paquiderma convive con otras dos hembras, Kuki y Pupi, en un recinto demasiado pequeño para las tres y donde no hay troncos, árboles u otros elementos naturales con los que puedan interactuar. La idea es transformar todos los espacios obsoletos del zoo, como las viejas jaulas del siglo XIX, en otros no tan deprimentes donde mejore el estado anímico de los animales.
El zoológico de Palermo, uno de los lugares favoritos del escritor Jorge Luis Borges cuando era un niño, fue inaugurado en 1875 en lo que entonces eran las afueras de la capital argentina. Ahora se encuentra en una de las zonas más transitadas y ruidosas de la ciudad, lo que atenta contra el bienestar animal. Sus edificaciones, algunas joyas arquitectónicas, no funcionan más como hogar de los habitantes del lugar.
La alcaldía de Buenos Aires decidió estatizarlo tras dar por terminada la gestión de una concesionaria y transformarlo en lo que muchos zoológicos del mundo se han convertido: un parque de conservación de las especies y de educación medioambiental. El lugar permanecerá abierto únicamente durante las vacaciones de invierno de julio en las que el dinero recaudado servirá para financiar parte del proyecto.
"Este modelo así como está quedó obsoleto, porque la manera de educar a nuestros hijos con animales en cautiverio en medio de la ciudad con colectivos (autobuses) que pasan a 20 metros de la jaula de las jirafas no es una manera muy digna de vivir", dijo Andrés Freire, ministro de Modernización de Buenos Aires.
En unos 10 días varias lechuzas vizcacheras y chimangos serán liberados en la reserva ecológica de la costanera sur de la capital, un espacio verde de unas 350 hectáreas situado en la costa del Río de la Plata donde viven anfibios, aves y reptiles. Otros animales que correrán igual suerte son los coipos, una especie de roedor propio de Sudamérica parecido a la nutria.
Las aves serán instaladas previamente en grandes jaulas en la reserva ecológica para ejercitar su musculatura y entrenarlas para volar mayores distancias que las que pueden cubrir en la actualidad.
El próximo parque ecológico será además un espacio interactivo para que los niños tengan mayor contacto con el medio ambiente.
Según Goldschtein, será un "centro donde las nuevas tecnologías se aplicarán a la conservación. Por ejemplo, uno puede disfrutar lo que es el hábitat natural del animal recorriéndolo de modo virtual". Según el especialista, ahora los animales están "en lugares de reposo y parquizados", mientras que "la experiencia virtual es enriquecedora y ves al animal interactuando con su hábitat natural".
"Entendemos que tiene que ser además una usina de investigadores desarrollando proyectos para mejorar la calidad del ecosistema en general y de conservación", sostuvo.
La alcaldía tiene previsto llamar a un concurso internacional para que urbanistas y paisajistas propongan su diseño. Los vecinos de la ciudad podrán participar con sugerencias.