Para Disfrutar: Conoce las mejores aperturas del primer semestre en Santiago

SANTIAGO.- Nuestro país está respondiendo a la cada vez mayor demanda de restaurantes innovadores y con platos y experiencias únicas. Por ello, este 2016 el paladar no supo de bajas en las expectativas económicas. Por el contrario, nuevos lugares comenzaron a apostar por el público capitalino. Te contamos de algunos de los más destacados.

Donkame Yoko, mejor picada japonesa

Este lugar es sin duda un acierto por parte del chef Masahiro Yokohama, quien alguna vez estuvo en Izakaya Yoko y que hoy decidió abrir este restaurante junto a su hija. Donkame Yoko imita a un izakaya, es decir una "picada japonesa". Acá no encontrará sushi, pero sí comida casera de Japón como el ramen moyashi a base de sopa de pollo con diente de dragón y lomo de cerdo salteado o el katsudon que es lomo de cerdo fileteado en panko con salsa agridulce, huevo y cebollín sobre una cama de arroz blanco. Pero uno de los ingredientes que ha hecho famosos a este lugar es su Teishoku que consiste en una bandeja con compartimentos que trae un menú japonés completo y económico como el kaarague teishoku con pollo frito sazonado en jengibre acompañado de bolitas de cerdo y kinoko meshi (arroz preparado con setas), además de sopa miso. Como recomendación, reserve antes de ir, el lugar es pequeño y su fama es grande.

Esta cafetería se ha destacado por llevar un café de alto nivel al corazón de Santiago y a la vez ha abierto un espacio de tranquilidad en el agitado centro donde no hay muchos lugares para detenerse a descansar. Fue su dueño el arquitecto Felipe Diez, quien se encargó de remodelar lo que antes fue notaría y lo convirtió en un lugar de relajo pero también un espacio para trabajar, por eso todas las mesas tienen enchufes, incluso las de la terraza y por supuesto también hay wifi. Su especialidad es el café traído desde Nicaragua y tostado en Chile. Sus baristas lo preparan en base a la carta italiana, así que no hay que sorprenderse si los espresso parecen chicos, así son. En su vitrina se pueden encontrar desde trenza de nuez de pecan, donuts bañadas en chocolate belga, Pain au Chocolat hasta queques y brownies veganos y carrot cake gluten free. A partir de este mes tendrán además chocolates calientes con menta y otros con almendras.

Cacao Much fue una revelación para los amantes del chocolate. Acá las personas se puede deleitar con el cacao en todas sus formas, presentaciones y sabores. El mayor atractivo del lugar son sus 11 variedades de hot chocolates preparados con cacao belga. Vienen en un tazón de tamaño no menor y entre los sabores puede encontrar el "Liquid belga" que no tiene tanta densidad como la versión normal, para los más atrevidos está el "spicy merkén" con un poco de picor y para los golosos tienen uno con toque de crema de avellanas y otro de marshmallows. Además tienen churros con tres dips a elección, entre ellos uno de chocolate, más cupcakes, waffles y tortas. No se preocupe, también tienen una sección con platos salados.

La apertura de Amadeo fue llamativa por varias razones, una de ellas es que estaba siendo asesorado por el premiado chef Francisco Mandiola y comandado por Álvaro Vega, ex The Singular, y por sus precios más que razonables. Lo primero se mantuvo con el tiempo y lo segundo tuvo un leve aumento en los precios de la carta, pero la calidad sigue siendo de alto nivel. Con un diseño al más puro estilo de Brooklyn, Amadeo presenta una carta de elaborados sabores pero para un público transversal. Destaca su entrada de médula con avellanas, chalotas glaseadas y tostadas, también su arroz meloso, que está a medio camino de un risotto, de chupe de jaiba, camarón, ostión, escamas de parmesano. Y además tienen un bar de ostras con denominación de origen y una coctelería de autor que vale la pena probar.

Bravo 951 dio que hablar desde el momento en que abrió. Nadie quería quedarse afuera de su terraza que en las noches de verano era el lugar perfecto para estar. Se corrió tanto la voz sobre este lugar que prontamente lo saturaron y muchos se quejaron de su lento servicio. Detalles que se perdonan a las aperturas nuevas y que se espera que se arreglen con el paso del tiempo. ¿Por qué llamó tanto la atención? Primero por su moderna fachada estilo industrial, por su amplia terraza iluminada con luces colgando en los árboles y luego por su gastronomía que va directo al grano: cosas sencillas y tentadoras a las que pocos se pueden resistir como su hamburguesa rellena con queso cheddar, cebolla al vino tinto, setas grilladas, salsa de queso azul y brotes verdes, acompañado con unas adictivas papas fritas caseras o su trilogía de hot-dogs. Es un lugar totalmente recomendado, pero hay que ir con paciencia.

Este es un lugar honesto que no pretende ser nada más de lo que muestra. Es decir, un bar con una envidiable vista hacia la virgen del cerro San Cristóbal, construido con maderas y pallets que le dan un toque rústico y relajado. Adornado con plantas y flores en las mesas, y con sillones para quienes van en grupo a disfrutar del ambiente y gastronomía de este lugar. El fuerte son las tapas a la chilena que al ser un poco más contundentes que las españolas cumplen la función de equilibrar los cócteles con la comida. De su carta han aplaudido su conejo escabechado y sus empanadas de prietas, miel, nuez y peras. Para tomar tienen tragos típicos chilenos como la borgoña, terremoto y hasta pichuncho, todos con un toque personal del bartender.

Rubaiyat es un destacado restaurante en Brasil que se internacionalizó llegando también a Argentina, México, España y ahora a Chile. Es un lujo comer en este restaurante porque su gastronomía es de primera, pero también es un lujo porque sus precios están por sobre el promedio. Aun así, quien esté dispuesto a pagar por sus platos, no se arrepentirá. Tiene por ejemplo un carpaccio de setas Portobello con piñones y aceite de trufas, a la vista y al leerlo puede sonar sencillo pero es tan buena y elegante la combinación que no va a querer compartirlo. Y por supuesto la estrella son las carnes, tienen distintos tipos de cortes, todos son una buena elección y de acompañamiento sin duda elegir el puré de papas trufado.

En este restaurante lo que primero impresiona es la vista que se tiene de Santiago desde el piso 17 del Hotel Cumbres. Lo segundo que llama la atención es el chef Claudio Úbeda quien a lo largo de su trayectoria ha trabajado en restaurantes tanto del norte como del sur de Chile, lo que hoy se refleja en la carta de The Glass que ofrece una cocina chilena renovada con matices de cocina internacional. Esto se traduce en platos como la entrada de bocado de ciervo con muselina de morillas silvestres, arándanos y ajo negro o como los erizos de Caldera al cajón. Y además tiene un plato tradicional chileno como el pastel de choclo pero relleno con pino de locos que saca aplausos. Vale la pena darse un pequeño lujo e ir a probar los platos del chef.

Es una de las apuestas más novedosas que se encuentran en Casa Costanera. Como se adivina por su nombre, Pomeriggio es un restaurante que tiene como fuerte la cocina mediterránea con una clara tendencia italiana. La estrella de la casa son los quesos como la Mozzarella de búfala DOP (Denominación de Origen Protegido), la mozzarella affumicata (ahumada) o la burrata. Entre sus platos destaca la burrata fundida sobre setas silvestres cosechadas en el sur de Chile con aceite de tartufo y risotto al azafrán con almejas, choritos y coronado con un pulpo grillado, entre otros. Al final no deje de pedir un café con las galletas de amaretti que se deshacen en la boca. Sin duda este restaurante es un lujo para los amantes del queso.