PARÍS.- La inauguración de la Alta Costura en París tuvo ayer un peculiar comienzo entre los pasillos de las históricas Galerías La Fayette, donde la firma Vetêments decidió adelantar su colección primavera-verano 2017 y confirmar que no les interesan las prohibiciones ni los estándares de belleza en el diseño.
La marca, fundada en 2014 por un equipo de diseñadores procedentes del taller de Maison Martin Margiela, se hizo un nombre gracias a la recuperación de famosos iconos y logos populares de marcas que precisamente hoy colaboraron con ellos en este desfile, como Reebok, Champion o Eastpak, entre otras.
Y ayer, invitada del selecto club de Alta Costura que conforman 13 históricas "maisons", Vetêments, en su afán por volver a la moda de la juventud de sus creadores, recuperó tendencias que en su día fueron cuestionadas como la combinación de buzo y tacones, además de sus tradicionales capuchas que nunca fallan.
Tampoco faltaron las siluetas "oversize" en finos trajes de sastrería, ni los logos, que esta vez se mantuvieron más discretos que en las últimas colecciones aunque los escudos de Reebok o Eastpak se dejaron ver en chaquetas y bolsos de lona con cadenas, una extraña mezcla para la noche que propuso Vetêments.
Pero la pieza estrella de la pasarela fueron las botas en piel ¡para el verano!, que se llevaron a la altura del muslo, aún más altas que las apreciadas botas de mosquetero (las “bucaneras”), una tendencia de invierno, y en llamativos colores como azul, amarillo o morado.
Vetêments -cuya fama se ha asentado con la reciente celebridad de uno de sus creadores, Demna Gvasalia, que se ocupa desde octubre de 2015 de la dirección artística de Balenciaga- sigue en su peculiar búsqueda de la estética que se aleja de los altos estándares que proponen sus competidores, y precisamente en eso está su éxito.
Repasa su presentación de ayer en París en nuestra galería: