BEIJING.- Las inundaciones que azotan al sur de China son una amenaza mortal. Las lluvias torrenciales no se detienen: ya han muerto al menos 128 personas, y otros cientos de miles se han desplazado de las áreas más vulnerables. El clima devastador está lejos de mejorar.
Sin embargo, la gente encontró un respiro a las malas noticias la semana pasada, cuando algunos de los miles de cerdos que iban a morir ahogados por las inundaciones fueron rescatados. Sus cuidadores ya se habían despedido de ellos con lágrimas el día anterior.
A inicios de esta semana, los medios chinos mostraron imágenes de Li Zuming, un trabajador en una granja de cerdos en la provincia de Anhui, avanzando desesperado a contracorriente para salvar a sus animales de hundirse en el caudal. Algunos animales se agruparon alrededor de otro granjero como si le estuvieran implorando que hiciera algo.
Los cerdos pueden ser grandes nadadores: algunas granjas chinas suelen organizar shows de clavados con ellos para mejorar su carne y entretener a sus visitantes. Pero las inundaciones de Anhui parecían destinadas a sobrepasar a los cerdos de granja.
"Hay más de 6.000 cerdos sin ninguna esperanza de sobrevivir", dijo uno de los noticieros que iniciaron la ola de simpatía nacional por el granjero Li y sus animales. (Después, el periódico Southern Metropolitan Daily diría que los cerdos acorralados por el temporal habían sido en verdad 3.000).
A causa de las normas de salubridad —entre otras razones—, los chanchos no podían simplemente ser liberados para que nadaran por sus vidas porque eso podría propagar enfermedades o dejar cadáveres flotando a la deriva. Sin embargo, en un giro digno de la película “Babe”, muchos de los cerdos ganaron un indulto la semana pasada. El gobierno de Lu’an, una ciudad en Anhui, movilizó a sus trabajadores para ayudar a mudar los animales, reportó el portal de noticias The Paper.
Según el artículo, algunos ciudadanos se acercaron por su cuenta para ayudar, y de un momento a otro había entre 50 y 60 personas colaborando para rescatar a los cerdos. Otro reportaje mostraba fotos de los rescatistas arrastrando a los animales hacia un lugar seguro y metiéndolos a los camiones en manada.
Los más escépticos podrán señalar que la carne de cerdo es un negocio gigantesco en China, y que los precios habían estado subiendo incluso antes de las inundaciones. Algunos comentarios en línea recordaban que los cerdos rescatados se irían directo al matadero y que no pasaría mucho tiempo antes de que terminaran en una mesa, pero hay quienes disfrutaron del momento.
“¡Es una escena conmovedora!”, declaró Xinhua, la agencia de noticias del Estado.