"Tratamos de usar las cosas que más odia Trump en contra de él", dijo la encargada de dirigir este movimiento contra el candidato a la Casa Blanca.
AFP
SANTIAGO.- La cosa es simple: si envías una prueba de que votaste por cualquier candidato que no sea Donald Trump, te enviarán una foto de un desnudo, así de simple. Esta es la modalidad con la que trabaja “Tramps Against Trump” (vagabundas en contra de Trump), un grupo contrario al candidato republicano y que ocupa uno de los recursos más vendidos, explotados y buscados desde el principio de los tiempos, como son los cuerpos sin ropa.
“No permitimos desnudos en Instagram”, dijeron desde la red social en junio pasado, cuando cancelaron el perfil de “Tramps Against Trump” en momentos en que el colectivo se dedicaba a reunir fotos sin ropa de voluntarios para luego enviarlas a votantes que ayudaran a la causa para que el empresario norteamericano no llegue a la Casa Blanca en noviembre. Pero gracias a la prensa y a otras plataformas, siguen funcionando hasta el día de hoy.
Quienes ayudan con sus imágenes son mayores de 18 años, quienes envían sus propias fotos al correo directo del movimiento. Allí señalan que da lo mismo si se es mujer, hombre, hétero o gay. “Tenemos cero tolerancia al coso, racismo, homofobia, transfobia o bullying por el físico (body shaming) de cualquier tipo”, aclaran en el sitio web, donde también explican que no apoyan a ningún candidato presidencial en particular, solo que no quieren que salga ganador Trump.
“El objetivo principal de nuestra campaña es llegar hasta los millennials que quizás, sin esto, no se animarían a dar su opinión y votar”, dijo quien organiza todo este movimiento, y que se hace llamar Jessica Rabbit.
Según ella, hasta el correo del sitio web han llegado cientos de imágenes desde todo el mundo, por parte de personas que no están de acuerdo con la tendencia que ha mostrado el candidato republicano y que esperan no verlo como ganador en las elecciones presidenciales de EE.UU.
“El que (Trump) se convierta en Presidente tendrá un efecto directo sobre lo que podamos o no hacer con nuestros cuerpos, y en cómo la ley avanzará sobre nosotros”, señaló Rabbit, quien ha dicho que se desempeña como trabajadora sexual.
“Tenemos la intención de usar esta plataforma para discutir temas directamente relacionados con políticas de sexo, género y cuerpo en este ciclo electoral… Tratamos de usar las cosas que más odia Trump en contra de él”, agregó.
Los estadounidenses que vayan a las urnas en noviembre no podrán enviar imágenes de sus votos, ya que al igual que en Chile, en EE.UU. es ilegal difundir esa información. Según el sitio de Rabbit, bastará con una selfie que muestre un comprobante de votación.