PLITVICE.- Un sinfín de cataratas, 16 lagos conectados, bosques con lobos y osos. Los Lagos de Plitvice, en Croacia, es un bellísimo paraje considerado Patrimonio de la Humanidad, pero amenazado por el turismo sin control y por la desidia de las autoridades.
La amenaza es tal que la Unesco ha advertido de que este parque nacional, Patrimonio de la Humanidad desde 1979, podría ser incluido en la lista de parajes en situación de peligro.
Los Lagos de Plitvice están amenazados por la "excesiva construcción de instalaciones turísticas", según ese organismo de Naciones Unidas.
Ello significa que este parque, en cuyos bosques todavía sobreviven el oso pardo, el lobo y el lince, muchos mamíferos menores, 157 especies de aves y 321 especies de mariposas, podría incluso ser borrado de la lista.
"La situación actual, con 1,3 millones de turistas al año, o sea unos 14.000 al día en el pico de la temporada, no es sostenible en absoluto", advierte Andjelko Novosel, director del parque.
Uno de los mayores problemas es que las normas adoptadas en 2014 por el Gobierno excluyeron a la dirección del parque del proceso de aprobación de construcciones turísticas, una competencia que depende ahora en exclusiva de las autoridades municipales.
Así, desde 2014 se han construido más de 40 hospedajes turísticos en el centro del parque, cerca de los lagos.
"A pesar de que un estudio hidro-geológico de 2007 indicó que justo esa zona es la más vulnerable", explica Novosel.
En su opinión, "reviste suma importancia que se respete la moratoria que pide la Unesco a toda construcción" hasta que se hagan nuevos estudios y se adopte un plan de manejo sostenible del parque.
Añade que "eso depende de la política", por lo que no descarta un "negro desenlace" debido a "intereses financieros miopes".
Flora y fauna en peligro
Probablemente, pocos de los turistas que se han extasiado con las preciosas aguas cristalinas de los lagos, cuyo color varía desde diferentes matices del verde hasta el azul profundo, se imaginan que el parque, con todos su hoteles, casas de hospedaje, cámping y poblados, no tiene alcantarillado.
"La falta de alcantarillado es absolutamente el mayor peligro. ¡Qué vergüenza para Croacia que su más precioso parque nacional no tenga alcantarillado!", comenta Vjeran Pirsan, activista de la ONG ecologista Eko-Kvarner.
Denuncia que "es catastrófica la huella que la unión entre la burocracia, el turismo y los grupos de presión de la construcción está dejando sobre la ecología del parque".
La ausencia de un sistema de tratamiento de residuos ha creado un "decimoséptimo lago" dos kilómetros al norte del mayor lago, Kozjak, lleno de excrementos, residuos y productos químicos que fluyen desde las instalaciones turísticas.
Charcas similares, aunque menores, se encuentran en varias partes del parque, según asegura una vecina de la zona, que denuncia que las peticiones de la población local no han conseguido "hacer reaccionar a las autoridades".
El terreno calizo poroso facilita la penetración de los desechos fecales y químicos a las aguas subterráneas, que luego vuelven a la superficie y pueden contaminar los lagos.
Un análisis realizado por expertos en la "Gran Catarata", un salto de agua de 78 metros de altura, mostró que hay polución bacteriológica originada en las fosas sépticas de las casas cercanas, cada vez más numerosas.
La excesiva presencia humana aumenta el peligro de la eutrofización, el aumento de los nutrientes en el agua, que pueden causar una explosión de la población de algas y la pérdida de oxígeno en los lagos.
Según la Unesco, esta situación puede afectar negativamente tanto a la flora y la fauna autóctona, como al sensible equilibrio hidrológico y geológico del parque natural.
La presión humana pone también en peligro uno de los fenómenos fundamentales que crea los Lagos de Plitvice, la toba calcárea, una roca caliza porosa que forma barreras al paso de agua y va generando las innumerables cascadas y saltos entre los 16 lagos.
Los turistas se salen de las rutas señaladas y pisan las rocas que forman las cascadas, por ejemplo para hacerse fotos, dañando la quebradiza toba.
Ante esta situación, el Ministerio de Medio Ambiente ha anunciado "pasos muy decisivos" para mejorar la protección del parque, reconociendo que, de lo contrario, el empeoramiento puede ser irrevocable.
Con todo, tanto el actual Gobierno conservador como el anterior, socialdemócrata, se acusan mutuamente de la situación.
Desde el Ayuntamiento de Plitvice se dice que es la dirección del parque la responsable de la crisis y se asegura que si las autoridades locales gestionaran la zona, no existiría el riesgo de ser expulsados del patrimonio de la Unesco.