"Estimada Denisse, gracias por regalarme tu libro, La dieta de la Muerte. Lo he leído y me emocioné siguiendo tu relato y tu lucha. ¡Qué gran enseñanza para todos! Felicitaciones, acepta este libro, resultado de una conversación con un grande de las letras, como manera de darte las gracias. Te saludo, tu amigo Ricardo Lagos Escobar".
Ésa fue la nota que me escribió de puño y letra el ex Presidente de la República, Ricardo Lagos. Hace algunas semanas me había llamado junto a otros jóvenes para reunirnos con él. Fue una conversación muy linda y constructiva, todos desde las diferentes veredas buscando hacer y construir un Chile mejor cada día. En esa reunión le entregué mi libro de regalo y si bien desde el primer minuto sentí gran cariño de su parte, mi intención no era otra que en algún momento pudiera leer mi historia. Porque más allá de lo que yo le expresé en esa reunión respecto a la importancia y prevalencia que tenían hoy los trastornos alimenticios en nuestro país, quería que supiera lo que es vivirlo, convivirlo y resistirlo, luchar por la vida, por un hoy día y un mañana para vivir para contarlo.
Pero jamás pensé que un par de semanas después iba a recibir un llamado de su parte, agradeciéndome y mostrándome su respeto y admiración, ofreciéndome su genuina amistad, pidiéndome mi dirección para simbolizar su agradecimiento en un libro y relato de su propia autoría.
Así fue como la mañana del miércoles recibía en mi casa el libro con la hermosa dedicatoria y nota que copié en parte al comienzo de esta columna.
Un gesto que de verdad tocó mi corazón, ya que más allá de todo interés o color político, más allá de ideologías, formas y diversidad de pensamiento, siento que ése es el tipo de actos que nos definen y engrandecen como persona.
Hoy no me detengo agradecerle al político, ni al ex Presidente de la República, ni al ministro de varias carteras o al gran abogado y economista. Me detengo a agradecerle al hombre, al ser humano, que fue capaz de leer, vivir y sentir cada línea de lo que yo en mi relato quise decir. De sentir y vivir mi lucha, de emocionarse y darse el tiempo de ver una realidad que viven a diario tantas personas en nuestro país.
Muchísimas gracias don Ricardo Lagos Escobar, por tan lindas palabras, por no quedarse solo con ellas, ya que con este gesto me demuestra que es una persona que no solo dice, sino que también hace.
Gracias por el hoy y por el mañana que podemos despertar de tantas luchas, que hoy en silencio tienen tanto que enseñar y aportar también.
Usted me regaló el libro "El siglo que despierta" donde varios de sus capítulos contienen citas que se han vuelto inspiración de escritos y futuras líneas que estoy por publicar.
Pero hay un capítulo cuyo título me llamó particularmente la atención: "¿Por dónde andarían los sueños de este tiempo?" Los sueños de este tiempo están acá don Ricardo, en cada rincón de este largo y extenso Chile; desde el chileno esforzado común y corriente que se levanta al alba para llevar el pan y sustento a su hogar, hasta una madre esforzada que muchas veces, sin dinero ni trabajo y algunas veces ni compañero en esta vida, trabaja y sueña con un mejor futuro para sus hijos.
Pero independiente de los sueños que tengamos cada uno, la idea es no quedarse en ellos, no idealizarlos ni endiosarlos. Los sueños son tan alcanzables como el aire que respiramos, son vitales como el agua que bebemos. Ya que la vida no se hizo para ver los sueños pasar, para mirarlos de lejos en las noches al descansar. No, los sueños -se lo digo yo, hoy con toda firmeza y convicción- se hacen realidad, si tienen el fiel deseo, genuino y real de corazón de volverlos realidad.
Ya que no hay mayor pobreza que ésa que alimentamos nosotros mismos, al elegir vivir nuestros días sumidos en la idea de que la vida es solo un contar y pasar de minutos, que solo en las noches podemos alcanzar las estrellas. Es ahí donde radica la mayor pobreza de nuestro país.
Si viven sus días así, ¡despierten!, miren que dormidos la vida baila y danza de maneras hermosamente inimaginables, y esos sueños tan inalcanzables se vuelven tan reales como el aire que elegimos respirar.
Con cariño,
Denisse Fuentes Estrada, Fundadora & Directora Fundación "Pesa Tu Vida" (www.pesatuvida.cl; Facebook: Pesa Tu Vida; Twitter: @PesaTuVida/@D_FUENTESE; Instagram: Pesa Tu Vida/Denisse.fuentes.e); autora de "La Dieta de la Muerte"; Joven Líder 2015; Diplomada Internacional en Coaching Neurolingüístico.
