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Tordesillanos celebran fiesta tradicional en la que por primera vez no hubo lidia ni muerte del toro

La localidad española realiza desde hace siete siglos la fiesta denominada Toro de la Vega. Sin embargo, en mayo el gobierno de Castilla y León prohibió que la celebración terminara con la muerte del animal, una decisión que alegró a animalistas y enfureció a taurinos.

13 de Septiembre de 2016 | 12:40 | AFP
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AFP
TORDESILLAS.- "Políticos cabrones, respetad las tradiciones". Con tensión y resistiéndose a abandonar una celebración ancestral, la localidad de Tordesillas (norte de España) cumplió hoy con su emblemática fiesta taurina, pero sin matar en público al animal, como manda la ley.

Desde hace siglos, esta localidad castellana ha venido festejando el Toro de la Vega cada mes de septiembre.

La fiesta consistía en soltar a un toro junto a la plaza mayor, que atravesaba el pueblo y el puente sobre el río Duero para luego ser lanceado y matado en la vega de éste por habitantes del pueblo.

Este 2016, en cambio, la localidad ha celebrado su "Toro de la Peña", un sucedáneo de la fiesta tradicional en el que el protagonista, "Pelado", un astado de 670 kg, no fue lanceado ni matado en público.

Como no se le podía dar muerte, el animal estuvo haciendo y deshaciendo durante una hora el recorrido previsto en la vega. A su alrededor, una muchedumbre de aficionados y una tremenda polvareda, deshecha poco después por un aguacero fulminante.

La fiesta tradicional fue prohibida en mayo por el gobierno regional conservador de Castilla y León, en una decisión reivindicada como una victoria por los antitaurinos, cada vez más pujantes en España.

Este mismo martes, poco antes de que el toro saliera a las calles del pueblo, miles de tordesillanos protagonizaron una discusión con unos 200 antitaurinos que llegaron de distintas partes de España a vigilar "que la ley se cumpla", como dijo Ricardo García, que vino de Madrid.

"¡Tordesillas no se rinde!", "¡Terroristas animalistas!", les respondieron los habitantes del pueblo en una manifestación en defensa de la versión tradicional, separada de la concentración antitaurina por un cordón de guardias civiles a caballo.

Los antitaurinos se felicitaron por su mayor victoria, la prohibición del Toro de la Peña, una fiesta contra la que organizaron manifestaciones en Tordesillas en los últimos años por considerarla "una crueldad".

Pero denuncian que, después del encierro, el animal irá de todos modos al matadero, y que desde el momento en que se le saca de la dehesa para soltarlo en las calles, sufre un gran estrés.

La lidia del toro, "un sentimiento"


Muchos lugareños, sin embargo, viven como una fastidiosa intromisión todo este movimiento de antitaurinos que según ellos "distorsionan" la realidad de la fiesta para presentarlos como "unos salvajes".

Según ellos, estos están atacando, más que una tradición de casi siete siglos, "un sentimiento", reivindicado por ejemplo por Óscar Lúmar, que luce orgulloso en su casa la cabeza de Vulcano, el toro lidiado en 2013.

"Nos lo hemos tomado realmente mal. Estas leyes son cuestión de poder, no de justicia", asegura Gerardo Abril, presidente del patronato del Toro de la Vega.

Abril, fontanero de profesión, es militante del partido Izquierda Unida, donde dice que lo han "vilipendiado" por defender la versión tradicional de la fiesta.

Se reivindica como feminista, y en su pañuelo rojo de fiesta anudado al cuello luce un pequeño retrato del Che Guevara junto a la imagen de un toro.

"Es increíble que en los pueblos tengamos nuestra tradición, y nos la quiten en las ciudades", concretamente en Valladolid, la capital regional situada a 25 kilómetros de Tordesillas, añade Abril, quien en la edición de 2011, celebrada el martes 11 de septiembre, recibió siete cornadas.

Su hijo Jon Mikel añade que en esta localidad de 9.000 habitantes, donde "mil familias están sin trabajo", los políticos "han estado diciendo que las empresas no vienen por lo del Toro de la Vega. Entonces, la gente ha dicho: que lo quiten. Pero no tiene nada que ver" una cosa con la otra.

El descontento, visible en un cartel colocado a la entrada del pueblo que reza "políticos cabrones, respetad las tradiciones", se ha traducido incluso en las urnas.

En las legislativas del 26 de junio, Tordesillas batió el récord de España de votos nulos, con un 13,16% (la media nacional fue del 0,94%), un mes después de que se le prohibiera su tradicional fiesta.

La lidia y muerte del toro de Tordesillas ya estuvo prohibida entre 1966 y 1969, en plena dictadura franquista, que ya entonces cedió a la presión social.

En los últimos años, los antitaurinos han cobrado fuerza en España, donde en 2015 hubo no obstante 1.736 festejos taurinos.

En las elecciones de junio, el partido animalista PACMA tuvo más votos que los nacionalistas del PNV, que gobiernan el País Vasco, aunque por el funcionamiento de la ley electoral no obtuvieron un solo escaño.
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