SANTIAGO.- La lucha libre mexicana es, sin lugar a dudas, una de los espectáculos que no puedes perderte si estás visitando México.
El país tiene una forma de diversión muy popular, y la lucha libre está dentro de ese tipo de divertimentos. Se remonta a las décadas de 1940 y 1950, cuando aparecieron quienes hoy se consideran las leyendas de la lucha libre: Rodolfo Guzmán “El Santo” y Alejandro Muñoz “Blue Demon”, entre otros.
“El santo es el superhéroe mexicano por antonomasia y, hasta la fecha, sigue siendo el referente del buen luchador mexicano. Se hizo tan famoso que llegó al cine mexicano de un modo muy surrealista: Tenías a "El santo en contra de las mujeres vampiro", "El Santo y Blue Demon contras las momias de Guanajuato", entre otros”, explica Iván Iglesias, periodista mexicano.
Según Ivan, la lucha libre es populachera y, quizá lo más bonito de eso es que puedes encontrarte con gente del pueblo que va a su trabajo todos los días a pie y, a veces hasta precariamente, junta dinero para llevar a sus hijos a la arena, pero también te topas con personas más acomodadas y turistas de todas partes del mundo. Es México en su máximo esplendor.
“Es un evento al que puede asistir toda la familia sin importar su estrato social. He visto a padres que llevan a sus hijos hasta en brazos y disfrutan muchísimo del espectáculo”, recalca.
El personaje detrás de la máscara
Muchos de los luchadores utilizan máscaras para ocultar su verdadera identidad y convertirse así en personajes icónicos.
La máscara es un elemento tan importante que los luchadores pueden ponerla en juego al enfrentar otro luchador enmascarado o no enmascarado pero, si la pierden, no pueden volver a usarla nunca más, excepto en casos muy especiales.
Los fans pueden comprar la máscara de su luchador favorito y usarla en señal de apoyo. Los precios de las máscaras varían dependiendo del personaje y del material con que han sido elaboradas. Por ejemplo, el precio de una máscara de “El Santo” puede ir desde los US$4 (si fue elaborada con materiales de escasa calidad) hasta US$400 si es de marca.
“Una vez fuimos a la lucha libre y un amigo se compró una máscara de El Santo. Al salir de la arena nos fuimos caminando a un bar y, antes de ingresar al bar, mi amigo se puso la máscara. Cuando entramos la gente lo vio y le empezó a cantar y lanzar porras. Fue muy entretenido“, cuenta Iván.
Un imperdible
Iván recuerda que cuando era niño su papá lo llevaba a la lucha libre y bastaba con comprar el ticket en la taquilla de la arena. Hoy conseguir tickets es un poco más complicado. La lucha libre se ha puesto tan de moda que, dependiendo de la pelea, a veces resulta imposible conseguir boletos.
“Por ejemplo, si va a luchar el Hijo de El Santo (que efectivamente es hijo del famoso luchador de los 50s), es necesario reservar muchos días antes”, explica Iván.
Dada su popularidad, diversas agencias han empezado a ofrecer tours que incluyen transporte seguro a la Arena México y a la Arena Coliseo (los dos principales escenarios de este arte), así como los mejores asientos disponibles.
¿Qué día se va a la lucha libre?
El día tradicional para ir a la lucha libre en Ciudad de México es el viernes a las 8pm.
No obstante, dependiendo del lugar en donde estés de visita, también es posible ir a la arena entre semana.
Iván comenta que en Monterrey Nuevo León se hizo durante algún tiempo el “martes nice”, especial para jóvenes adinerados que querían ir a la arena. En Puebla, por otro lado, generalmente hay lucha libre los días lunes y martes.