SANTIAGO.- Fue todo un escándalo lo que provocó en abril de 2015 Kristen Lindsey, cuando decidió subir a su perfil de Facebook una sonriente foto de ella sosteniendo a un gato muerto, que había cazado con una flecha en el patio de su casa. Además de la macabra imagen, otro detalle alarmó más a los estadounidenses y al resto de los países donde se viralizó la foto: Lindsey era veterinaria.
El hecho terminó siendo una escalofriante pesadilla de la vida real, cuando se supo que el animal estaba siendo buscado por su dueña, Clare Johnson, y que se llamaba Tiger.
“Mi primera muerte con arco. Lol. El único gato salvaje bueno es aquel con una flecha en su cabeza! Premio a la veterinaria del año… Lo acepto con gusto”, escribió Lindsey acompañando la foto.
Con todo, y pese a las críticas que cayeron sobre la veterinaria, no se presentaron cargos criminales contra ella. Sin embargo, el dueño del centro médico animal donde trabajaba, la despidió inmediatamente.
Y este martes, a más de un año del escándalo y tras los testimonios de la dueña de Tiger, la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios de Texas al fin dio un veredicto acerca del futuro laboral de Lindsey.
Tal como publicaron medios estadounidenses en el día de hoy, la mujer no podrá ejercer la veterinaria durante un año y en los 4 siguientes, solo podrá trabajar como tal, siempre y cuando sea supervisada por el estado.
El abogado de Lindsey, Brian Bishop, aseguró que su clienta creía que Tiger era en realidad un gato salvaje y que es muy común que en la zona del oeste de Houston, donde vive la veterinaria, la gente se “deshaga” de los felinos callejeros.
