SANTIAGO.- Dicen que en cuanto a las parejas y hacer que una relación perdure, no existen fórmulas. Mientras para algunos la poligamia sería intolerable, para otros, la monogamia es lo mismo que una soga al cuello que no están dispuestos a sentir de por vida.
En tácticas amorosas y gustos no hay nada escrito, y por eso hay parejas que experimentan y apuestan por el poliamor: una relación abierta que puede incluir solo el contacto físico con un tercero, o ya abiertamente sexo e intimidad emocional. Todo depende de lo acordado con la pareja oficial.
Dicho así fríamente suena simple, pero ¿es posible experimentar una relación abierta sin morir en el intento? “Para empezar, no es lo mismo que la poligamia (eso es cuando estás casado con más de una persona). Tampoco se tratan de mantener relaciones secretas mientras sales con una persona que cree que es tu única pareja (eso es simplemente ser infiel)”, aclaró Valeriya Safronova en un artículo para el New York Times.
Queriendo saber cómo comprender esta, a veces mal mirada, forma de relacionarse, habló con tres columnistas y escritores cuyas temáticas son el sexo, las relaciones y el amor: la doctora Elisabeth Sheff, quien en 20 años ha entrevistado a más de 130 personas sobre las relaciones y ha escrito 3 libros sobre el tema; Karley Sciortino, columnista de sexo y relaciones en Vogue y creadora del blog “Slutever”; y Dan Savage, autor y activista de derechos de personas homosexuales y que escribe la columna de sexo y relaciones “Savage Love”.
Las claves a las que llegó Safronova fueron las siguientes:
Al igual que la monogamia, el poliamor no es para todos pero hay que ser sinceros si es lo que se quiere
Según Savage, las personas que preferirían una relación abierta muchas veces evitan pedirla mientras crece su compromiso emocional con alguien, debido a que le temen al rechazo. Pero, “si la monogamia no es algo que puedas hacer durante cinco o seis décadas, deberías estar ansioso de que te rechacen”, dijo.
No expresar tus necesidades puede ocasionar problemas a lo largo del camino y provocar infidelidades.
Savage, tiene un matrimonio no monógamo, pero al comentárselo a su esposo por primera vez, este rechazó la idea. Sin embargo, años después, fue él mismo quien sugirió que lo intentaran. “Si hubiera puesto que estoy interesado en las relaciones abiertas en mi anuncio personal, y mi esposo hubiera visto ese anuncio, no habría salido conmigo”, dijo.
El poliamor no es una vía de escape
Las relaciones abiertas no son la manera de suavizar un golpe o hacer una transición y salir de una situación de compromiso.
Hacer algo con otras personas antes de hablarlo, traiciona la confianza de tu pareja. La confianza y la comunicación son cruciales en cualquier relación, sea monógama o no.
Tampoco es una opción para salvar una relación
“Si se trata de evitar una ruptura, jamás he visto que funcione”, dijo la doctora Sheff.
“He visto cómo cojea el asunto durante algunos meses. Si es a causa del miedo de perder a la persona poliamorosa, entonces es un desastre latente. Es como una lesbiana que intenta ser feliz en una relación con un hombre”.
Fingir ser feliz con una situación mientras se sufre por dentro no le funciona a nadie.
Las reglas y situaciones pueden cambiar
“La no monogamia es un abanico de posibilidades”, dijo Savage, quien mencionó que, a veces, la primera reacción que tiene una persona cuando se le propone abrir la relación es ansiedad.
“Tendrán una respuesta de pánico y supondrán que tendrás 7 mil parejas en un año y que nunca te verán”, dijo.
Sin embargo, la no monogamia puede expresarse de muchísimas maneras: algunas parejas solo tienen sexo con otras personas; otros salen con personas y se enamoran de ellas. Unos más son abiertos acerca de ser abiertos, mientras que, otros mantienen socialmente su apertura “en el clóset”.
“Parece algo inagotable”, dijo Sciortino. “Pero en realidad hay muchas más reglas en las relaciones no monógamas que en las monógamas. Solo hay una regla en las relaciones monógamas”.
Dar prioridad a la pareja primaria es clave
Un término familiar para las personas que practican la no monogamia o poliamor es “la energía de la nueva relación”. Se trata de ese sentimiento de emoción que se experimenta cuando dos personas compatibles se están conociendo y quieren pasar cada minuto juntas.
El problema con la energía de las nuevas relaciones es que puede hacer que la pareja primaria se sienta olvidada. “Tu pareja a largo plazo puede sentirse herida si das por sentada tu relación”, dijo Sheff. “Sorpréndelo, llévale flores”, aconsejó.
“Las personas quieren protegerse de la infidelidad emocional”, dijo Savage. “Demuestra que tu pareja primaria es tu prioridad”, señaló.
Otros miembros de las parejas también pueden entenderse
Quizás algo imposible de imaginar si se está acostumbrado a la monogamia en esplendor es que el amante se haga amigo de la pareja primaria u oficial. Pero parece que sucede y Sheff dio un claro ejemplo con una pareja casada en la que la mujer estableció una relación con otro hombre cuando estaba embarazada de su segundo hijo.
“El novio y el esposo hacían todo tipo de cosas juntos”, dijo Sheff. Después de ocho años, la relación entre la mujer y el novio terminó, pero su esposo mantuvo su relación con el otro hombre. “Almorzaban juntos cada dos sábados y el esposo llevaba a los niños” (…) Funcionó porque el esposo no tenía una relación sexual con el novio”.
Sí, hay celos. Pero no son únicos a las relaciones abiertas
“Una mujer una vez me preguntó: ‘¿No te dan celos?’”, dijo Savage. “La vi y le dije: ‘¿Y a ti no?’. Los compromisos monógamos no son campos de fuerza que te protejan de los celos”.
Si aparecen celos, Sheff sugirió revisar de cerca las causas subyacentes: ¿se trata de inseguridad? ¿Miedo? ¿Quizá incluso están justificados? “A veces los celos son una señal de que te están menospreciando”, dijo.
Los consejos para enfrentar los celos en una relación abierta son los mismos que en la mayoría de las otras relaciones: anota tus pensamientos, habla de ellos con tu pareja y consulta a un terapeuta.
Los tres expertos señalaron que eso puede ser el punto más importante que se debe entender: de muchas maneras, las relaciones abiertas no son tan diferentes de las monógamas. Y la mejor manera de sentirse cómodo depende de los individuos y su(s) pareja(s), concluyó Safronova en el NYT.