SANTIAGO.- En diversos medios estadounidenses dirigidos al público femenino se habla de “los terribles cambios que específicamente las mujeres pueden esperar”, a partir del mandato de Donald Trump:
imponer restricciones a la interrupción voluntaria del embarazo y no ver avances en políticas de igualdad salarial son algunos, sumado a esa fama que acompañó al ahora electo Presidente durante su campaña, con
acusaciones de abusos sexuales y de hablar de sus pares femeninos de forma sexista.
Misógino, acosador, machista y discriminador son apenas algunos de los calificativos que el republicano cosechó durante los largos meses en que peleó por su victoria electoral y por eso, llamó la atención que llegara a la Casa Blanca, en parte, gracias al voto femenino.
Si bien Hillary Clinton consiguió un 54% de los votos emitidos por mujeres, Trump obtuvo un 42%; bastante más de lo esperado, de acuerdo con las cifras de bocas de urna de la cadena CNN, donde también revelaron que más de la mitad de las mujeres blancas apoyaron al republicano, y el 62% de ellas, no tenían título universitario.
¿Acaso las votantes de Trump olvidaron la
grabación de 2005 donde se jactaba de haber agarrado a una mujer por la entrepierna? Para los expertos, los resultados de las elecciones muestran que los votantes se centraron en la economía, el empleo, la inmigración y el temor a atentados, mucho más que en si sería una mujer o un hombre el próximo inquilino de la Casa Blanca.
La condición social y las mujeres blancas
A pesar de los
afilados tuits contra la ex Miss Universo Alicia Machado, o de las declaraciones sobre la menstruación de una periodista de televisión, que hicieron rechinar los dientes a muchas electoras, "no se generó gran hermandad", dice Diane Heith, profesora de ciencias políticas en la Universidad de St. John en Nueva York.
"La forma en que trataba a las mujeres no eclipsó los puntos importantes para su electorado: la condición social, la impresión de ser despreciados por las élites, de las que forma parte Hillary", agregó.
La sorpresiva victoria del magnate inmobiliario desestabilizó, sin embargo, a muchas mujeres, indignadas con que las votantes no hayan castigado al futuro Presidente por su actitud machista.
"Más de la mitad de las mujeres blancas votaron por un hombre que se jactaba en un video de haber cometido agresiones sexuales, que dijo que nombraría en la Corte Suprema a un juez para anular el fallo "Roe v. Wade", que legalizó el aborto, y que ha pasado 30 años reduciendo a las mujeres públicamente a sus atributos sexuales", escribió L.V. Anderson en un artículo en el sitio web de la revista Slate. "Las mujeres blancas traicionaron a sus compañeras, a su país y a ellas mismas", añadió.
"Yo voté por Trump"
Maureen Sullivan no pertenece al 62% de mujeres sin estudios universitarios que habría votado por el multimillonario. Es periodista y escribe para Forbes y The New York Times. Y en este último medio, no dudó en relatar sus razones por haber preferido la histriónica propuesta republicana.
Acerca de su voto el pasado 8 de noviembre, escribió: “Mi madre de 89 años está horrorizada, al igual que muchas de mis amigas, que también son blancas y con estudios universitarios. No me importa, para mí fue una decisión sencilla”, dijo.
“Me ha tocado explicarle a mi hija adolescente cómo es que los hombres -Donald Trump o el equipo masculino de fútbol de Harvard- dicen cosas espantosas de las mujeres en los vestidores o los autobuses de las celebridades. Eso ya es bastante malo. Pero también tuve que explicarle que Hillary llevará de vuelta a Bill Clinton a la Casa Blanca. Todo el mundo debería estar consciente de que el ex Presidente, quien fue sometido a un proceso de destitución, mintió acerca de por lo menos un abuso sexual y usó a otra mujer, una practicante, como juguete sexual en la Oficina Oval”.
“Y sí, me interesan las propuestas de los candidatos, los temas importantes”, agregó, explicando la intención de Trump de construir el
oleoducto de Keystone, darle más libertad a las empresas y recortar impuestos, además de la reasignación de fondos federales para la educación y desmantelar el plan de salud de Barack Obama, el que cataloga como “fiasco”. (Mira más de sus promesas de campaña
aquí).
“Ella (Clinton) es bien conocida por rodearse de gente que le ayuda a ocultar sus mentiras y mal juicio:
Bengasi, los
correos electrónicos ultra secretos, el servidor privado, la Fundación Clinton. Él asumiría la presidencia menos agobiado por las lealtades partidistas, con la posibilidad de elegir a miembros del gabinete y asesores sin ataduras de pensamiento. ¿Será él un buen presidente? Todavía no estoy segura. ¿Y ella? Es más probable que no”, concluyó.
