SANTIAGO.- Según el Atlas Mundial de la Diabetes, más de un millón y medio de chilenos padece esta condición, situando a Chile entre los cinco países con mayor número de personas que presenta la patología en la región. Y aunque la Encuesta Nacional de Salud en el año 2010 mostraba que un 9,4% de la población mayor de 20 años tenía diabetes -cuyo Día Mundial se conmemora hoy-, los niños pequeños no están exentos de padecerla.
El tipo de diabetes que se desarrolla comúnmente en la infancia es la mellitus tipo 1, también conocida como diabetes juvenil, y
en Chile, unas 15 mil personas presentan esta condición. En ella el sistema inmunológico destruye las células beta que se encuentran en el páncreas y que son las encargadas de secretar la insulina, hormona que permite que la glucosa ingrese en las células del cuerpo y, por lo tanto, les den energía. Por esta razón, a quienes padecen esta condición también se les conoce como
insulino dependientes, ya que necesitan inyectarse insulina cada vez que ingieren alimentos altos en carbohidratos.
Aunque el origen de la diabetes tipo 1 no está del todo claro, se trataría de una
enfermedad autoinmune que puede gatillarse por una infección viral no necesariamente grave.
No tiene cura y, a diferencia de la diabetes tipo 2, no es posible de prevenir.
Es por esto que es importante que los padres estén en conocimiento de algunos signos y síntomas que alertan que su hijo podría tener diabetes tipo 1. Alejandra Ávila, enfermera del Instituto de Investigación Materno Infantil (IDIMI), de la Universidad de Chile y el Hospital Clínico San Borja Arriarán, describe algunos de ellos.
1. Si el niño tiene un alto nivel de azúcar en la sangre, los riñones responden eliminando el exceso de glucosa por la orina. Debido a esto,
los niños con diabetes orinan con frecuencia y en grandes volúmenes. Si tu hijo comienza a orinarse en la cama cuando nunca antes lo hacía, también podría ser un signo de diabetes tipo 1.
2. Si tu guagua tiene una erupción en la zona del pañal severa que es peor que una erupción cutánea de color rojo, podría ser causada por una infección, que es a menudo un signo de diabetes. Si tu hija tiene una infección por hongos antes de la pubertad, es otra señal de advertencia.
3. Los niños con diabetes tienen sed anormal, ya que pierden una gran cantidad de líquido a través de la orina. Si tu hijo bebe mucho, su sed es la señal de que su organismo está intentando mantener un nivel normal de agua en el cuerpo.
4. Los niños con diabetes mellitus a menudo se sienten cansados, letárgicos o agotados, porque la glucosa normalmente abastece de energía, pero sus cuerpos no son capaces de usarla correctamente.
5. Si de repente el niño está irritable o de mal humor, o tiene un comportamiento inusual, podría ser provocado por la diabetes.
6. El hambre intensa también es un signo de diabetes, especialmente cuando se acompaña con un peso constante o decreciente, debido a que su cuerpo está tratando de obtener energía de los alimentos. La insulina es necesaria para transportar la glucosa a las células del cuerpo de su hijo, así que si no hay glucosa, sus órganos y los músculos pierden su energía, y esto provoca el hambre excesiva.
7. Si el niño tiene un buen apetito pero pierde peso o no aumenta a medida que crece, podría ser un signo de diabetes. Esto sucede porque el cuerpo está rompiendo la grasa almacenada y el músculo, tratando de proporcionar el combustible que por lo general proviene de la glucosa.
8. La visión borrosa es a menudo un síntoma precoz de la diabetes, causada por el líquido que se secreta desde las lentes de sus ojos para compensar un nivel alto de azúcar en sangre.
9. Pregúntale a tu hijo cómo se siente. Si se ha perdido alguno de estos signos de alerta temprana, unas sustancias químicas llamadas cetonas pueden empezar a acumularse en la sangre del niño. Esto causa dolor de estómago, vómitos, náuseas, problemas de respiración, aliento con olor a frutas, o en casos extremos, pérdida del conocimiento. Algunos padres piensan que estos síntomas son signos de otras enfermedades. Sin embargo, es una enfermedad grave conocida como CAD o cetoacidosis diabética.