Esteban Garay, El Mercurio
SANTIAGO.- En Chile no existen datos estadísticos relacionados con los trastornos alimenticios. La última información oficial de la que se dispone data de 2007, y ella indica que entre 2005 y ese año, las enfermedades relacionadas con ellos habían aumentado un 97%.
"Aún así, no es considerado un tema de prioridad pública. Es impresentable", reclama Denisse Fuentes, directora de "Pesa tu vida", organización que fundó basándose en su propia experiencia con la anorexia y la bulimia, con el objetivo de hacerlas más visibles y ayudar a prevenirlas.
Denisse, quien también es columnista de Tendencias Emol, fue diagnosticada con anorexia a los 12 años y estuvo cerca de 15 años en tratamiento, en varias oportunidades al borde de la muerte.
"Es una enfermedad súper dolorosa, súper solitaria, está súper descubierta", afirmó hoy en entrevista con EmolTV. Asimismo, señaló que la anorexia no solo la sufre quien la padece, sino que también todo el círculo cercano a ella.
"Una se hace adicta a una delgadez enfermiza (...) Yo llegué a pesar 27 kilos y para la ciencia yo no tenía vuelta", relató.
Según Denisse, lo fundamental en el tema de los trastornos alimenticios es la educación. Es por esto que hoy, Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos Alimenticios, "Pesa tu Vida" se encargó de que también en Chile se conmemorara la jornada con un encuentro en Plaza Italia.
Pedido de auxilio
"La anorexia es un grito desesperado de ayuda, de que a uno algo le está pasando, alguna carencia está teniendo", asegura. Es por esto que es importante poner atención a ciertas señales que podrían indicar que un cercano la padece. Denisse las comparte a continuación, recordando su propia experiencia:
1.- Dejan de comer en la mesa: "Inventaba cualquier cosa, que ya había almorzado, que no tenía hambre, etc. El desayuno lo botaba por el baño y la comida la llevaba en bandeja a mi pieza. Y si me obligaban a comer lo vomitaba", cuenta.
2.- Comienzan a aislarse: "Tenía muchos amigos, siempre me ganaba el premio a la mejor alumna, al esfuerzo y mejor compañera. Al final de quinto básico no gané ninguno y puedo recordar la frustración que sentí. Mis amigos ya no se querían juntar conmigo, mis notas bajaron, ya nada era igual", relata Denisse.
3.- Surge la irritabilidad: "Siempre fui tierna y dulce, pero me empezó a dar rabia, me enojaba y peleaba mucho con mi mamá. Ahora veo que era mi grito desesperado de ayuda", agrega.
4.- Desordenan la comida en el plato: "Era un Dalí reencarnado, hacía magia en el plato para que creyeran que comía, pero ni siquiera comía un grano de arroz", recuerda.
5.- Se miran al espejo durante horas: "Lloraba, me cargaba, me tenía rabia, pena, no me aceptaba, me veía rollos por todas partes. Era esclava, adicta a una imagen, estaba presa de mis ojos, que estaban absolutamente ciegos", dice Denisse.
6.- Usan ropa muy ancha: "Me ponía ropa de mi papá, mientras más ancha, mejor. Solo quería ocultar y perderme en esas ropas, porque estaba segura de que así ocultaría los rollos que solo veía yo", señala.
7.- Beben mucha agua: "Tomaba tres litros de agua de una vez solo para sentirme satisfecha y adelgazar. Y muchas veces también para vomitar. Eso de alguna manera me ayudaba a convencerme de que debía adelgazar, ya que veía mi vientre lleno de líquido. La comida no estaba permitida para mí", sostiene.