Hay viajeros que buscan algo más que bellos paisajes o buena gastronomía, son quienes gustan conocer y pasar sus días entre esculturas, pinturas e historia. Para ellos una buena alternativa de destino es París, ciudad que además de ofrecer todo su encanto y romanticismo, también está plagado de interesantes museos que aseguran unas excelentes vacaciones para quien goza de pasear por galerías.
Para facilitar la elección de estas exposiciones, aquí entregamos una lista con los 10 museos más interesantes.
Museo Louvre
Imposible no comenzar con esta lista sin poner en primer lugar al museo más visitado y famoso del mundo. En sus galerías encontrarás obras que han marcado la historia del hombre y colecciones provenientes de todos los puntos cardinales. La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, la Venus de Milo o la Victoria de Samotracia reciben a los más de 10 millones de visitantes que recorren cada año sus galerías.
Abierto desde 1793 y con cerca de 35 mil obras, este es uno de los museos más completos del orbe y es el tercer punto turístico más visitado de la Ciudad Luz. Su entrada tiene un costo de 15 euros y los primeros domingos de cada mes - entre octubre y marzo – el acceso es liberado. Si en tus planes está visitarlo te recomendamos evitar la entrada por la pirámide ya que es la más popular entre los turistas y muchas veces hay que hacer largas filas para conseguir ingresar.
Museo de Orsay
Instalado delicadamente en lo que antiguamente fue una estación de trenes, este museo tiene una muestra más pequeña que el Louvre y destaca por tener salas iluminadas con luz solar. Su exposición está enfocada en las artes plásticas del siglo XIX donde destacan las obras impresionistas de artistas de la talla de Manet, Degas, Renoir, Cezanne y Monet.
Ubicado cerca de los Jardines de las Tullerías, las instalaciones también resguardan colecciones de escultura, fotografía, artes decorativas y elementos arquitectónicos.
Centro Pompidou
Con una controversial fachada debido a sus paredes de vidrio rodeadas de andamios y grandes escaleras metálicas que van del exterior al interior del edificio, este museo es el centro del arte moderno parisino.
Inaugurado en 1977 entre sus exposiciones permanentes destacan las obras de artistas tales como Picasso y Matisse. Además ofrece espacio para todas las expresiones del modernismo, ya sea en pintura, escultura, cine, literatura y música, entre otras tendencias. Este museo está emplazado en calle San Martín, una de las más antiguas de la ciudad y de ahí la provocación del edificio al ser levantado en una zona extremadamente tradicional.
Museo Rodin
Aunque no lo crea este museo fue idea del artista que le dio su nombre. Además de ser considerado como “padre de la escultura moderna”, François-Auguste-René Rodin fue quien convirtió este palacete en el museo que hoy recibe a miles turistas amantes del arte. Para muchos, las colecciones que se ostenta en estas instalaciones son una de las más queridas por los parisinos.
Abierto en 1919 este museo tiene 6.500 esculturas, además de grabados, fotografías y dibujos en acuarela. Junto con las obras de Rodin también se expone el trabajo de otros artistas como Van Gogh.
Museo de Historia Natural
Dejemos por un momento las pinturas y esculturas y veamos la oferta de este museo de parís donde se exponen increíbles muestras de fósiles de dinosaurios y espacios temáticos como la conocida Galería de la Evolución.
Un hecho que llama la atención de este museo es que comparte terreno con el Jardín des Planes y el zoo La Ménagerie que es uno de los zoológicos públicos más antiguos del orbe.
Catacumbas
Las catacumbas fueron construidas en París con el objetivo de extraer la valiosa piedra caliza que fue utilizada para la construcción de sus hermosas edificaciones. Hoy en día estos pasajes suman cerca de 300 kilómetros y en su galerías se encuentra los restos de más de 6 millones de personas cuando en 1786 se decidiera utilizar estos túneles como fosas comunes para trasladar los muertos que estaban en los distintos cementerios de la ciudad como medida para combatir las epidemias y enfermedades.
Actualmente se puede recorrer un trecho muy pequeño de estas catacumbas y apreciar como miles de huesos humanos fueron ubicados ordenadamente en estos espacios generando un escenario tétrico pero digno de conocer.
Museo Grévin
Este es quizá uno de los museos de cera más reconocidos del mundo. Inaugurado en 1882 actualmente tiene en exposición cerca de 500 figuras que representan a hombres y mujeres reconocidos en todo el mundo.
Quienes lo visiten podrán comenzar la visita en el Palacio de los Espejismos, espacio creado hace 116 años y que no es otra cosa que un enorme caleidoscopio que transporta a los visitantes a un templo hindú o a un exquisito palacio europeo. Este museo está ubicado muy cerca de Montmartre así que no es difícil visitarlo.
Museo de Vampiros y Criaturas Legendarias
Esta singular exposición reúne la colección de libros, textos raros, traducciones, ilustraciones, fotos y objetos del excéntrico Jacques Sirgent quien dedicó su vida a estudiar las artes oscuras.
En sus galerías puedes apreciar crucifijos y armas destinadas a acabar con estos engendros, además de casi mil películas sobre vampiros y los autógrafos de todos los actores que han hecho de Drácula en las películas más conocidas del cine. Uno de los objetos más espeluznante es un gato momificado traído del cementerio Pere Lachaise.
Museo de Muñecas
Esta es una colección privada que reúne más de 500 muñecas creadas a partir de 1800 hasta nuestros días.
Propiedad de Guido Odin y su hijo Samy, esta muestra fue abierta al público en 1994 en el popular barrio Le Marais. Se exhiben muñecas de porcelana, celuloide o tejidos, desde la más dulces, hasta las utilizadas en adivinación y brujería.
Museo del Erotismo de París
Emplazado a pocos pasos del Moulin Rouge, en pleno barrio Montmartre, este museo del erotismo ofrece cinco pisos de exhibición de objetos de arte popular y contemporáneo dedicados a la fertilidad, el sexo y cuerpo humano.
Digno de destacar es una planta que trata exclusivamente sobre la actividad de los burdeles que funcionaron legalmente en París desde finales del siglo XIX a 1946.
