SAINT-QUENTIN-EN-YVELINES.- Robert Marchand no le teme a la muerte, pero sí a no poder moverse más. La razón de esto es que a este francés de 105 años le apasiona subirse a una bicicleta y pedalear, pero no precisamente para salir de paseo, sino que para competir.
Y lo ha hecho bien, ya que este longevo deportista tiene varios récords a su haber en la categoría de ciclistas de más de 100 años. Es así como en febrero de 2012 hizo 24,251 kilómetros sobre una pista en una hora, y en septiembre del mismo años recorrió 100 kilómetros en 4 horas, 17 minutos y 27 segundos, es decir, a un promedio de 23 km/h.
En enero de 2014, en tanto, rompió su propio récord al correr 26.927 kilómetros en una hora en el velódromo de Saint-Quentin-en-Yvelines, el mismo escenario en el que se presentará mañana con el objetivo de establecer una nueva marca.
"No estoy tan bien como hace dos años, si lo estuviera sería un fenómeno, pero no soy un fenómeno", declaró con modestia y con tono de broma.
Marchand confía en poder recorrer un poco más de distancia que la que completó en 2014. "Si hago 30 kilómetros dirán que estaba dopado", sonríe.
Un hombre multidisciplinario
El longevo ciclista nació el 26 de noviembre de 1911 en Amiens. Siempre se sintió atraído por el deporte, pero antes de la bicicleta practicó boxeo y gimnasia.
A los 14 años se inscribió en su primera carrera de ciclismo y ganó, aunque con un nombre falso ya que la edad mínima para participar era de 15 años.
Sin embargo, Marchand creía que su estatura no era suficiente como para convertirse en ciclista profesional, por lo que prefirió abandonar la disciplina y dedicarse a otras cosas.
De esta manera, fue bombero, criador de pollos, conductor de maquinaria y hasta leñador. Vivió en Venezuela y Canadá, y al regresar a Francia se dedicó al rubro del comercio.
En 1978, cuando tenía 67 años, volvió a subirse a una bicicleta y de ahí no se bajó más.
Pero, ¿cuál es el secreto de su envidiable estado físico? "Toda mi vida practiqué deporte, y comí mucha fruta y legumbres; no demasiado café, no cigarrillos, y poco alcohol", explica.
Por su parte, la psicóloga y profesora universitaria Veronique Billat, que lo sigue desde que cumplió 100 años, completa el misterio. "Su cuerpo es pequeño pero tiene un corazón que bombea tanta sangre por minuto como el de una persona más grande", dice.
Su personalidad también juega un papel importante. "Tiene una gran determinación, no duda, no tiene miedo de intentar las cosas", agrega Billat.
Romuald Lepers, científico de la Universidad de Burgundy, Dijon, coincide en que Marchand tiene una función muscular y cardiorrespiratoria excepcional en comparación con otras personas de su edad. Además, su rendimiento deportivo ha disminuido menos que el promedio, que es de entre un 10 y un 15% por década. Sin embargo, en el caso del francés, esta disminución ha sido menor a un 8% por década en más de 60 años.
Por todo esto, el año pasado Marchand fue galardonado con el título del "Mejor Atleta Centenario del Mundo".