SANTIAGO.- Solo o en compañía, para disfrutar de un cóctel o una copa de vino en una barra, solo es necesario tener las ganas. En Santiago, existen diversos bares y restaurantes que tienen lujosos mesones especialmente pensados para quienes quieran pasar un rato de buena conversación, ya sea con otros clientes o incluso los bartender.
A continuación te presentamos cuatro lugares de la capital para disfrutar, como en las películas, de una buena barra.
Siete Negronis, inspirado en un clásico
Abrieron oficialmente en junio de 2016, pero el proyecto de este bar comenzó a desarrollarse en la cabeza de cuatro bartender el 2015. El nombre del lugar es en honor al negroni, un cóctel icono que cambió la coctelería en el mundo y a raíz de él quisieron crear un bar en donde la estrella fueran los cócteles. Para eso crearon una barra de 12 metros que alberga cerca de 376 botellas diferentes y donde caben 10 personas sentadas.
Lo primero que se llena es la barra, cuenta Rodrigo Otaíza, uno de los socios más jóvenes, y lo que más se vende en el bar son los negronis. Tienen siete tipos, seis de ellos están fijos en la carta y el séptimo cambia cada mes y lo prepara un bartender invitado.
Pero además tienen una carta de cócteles que abarca una amplia gama de gustos, desde quienes les gusta lo dulce como el Jardín de los Aviadores con Gin London Dry, licor de flores y frutos tropicales St. Germain, más jugo de limón de pica y jarabe del jardín ($5.200); hasta otros de inspiración chilena como el Motini con huesillo, licor artesanal de huesillo, vodka, trigo mote, gotas de vainilla, jugo de limón ($4.800).
Y si alguien no encuentra algo a su gusto, puede conversar con el bartender y le prepararán un cóctel a su medida.
Mallinkrodt 180, Santiago. 954088251.
Red Luxury Bar, hecho a la medida
Está inspirado en un speakeasy, es decir, en aquellos recintos clandestinos que vendían alcohol en la época de la prohibición. De ahí nace su estilo algo oscuro y a la vez llamativo, donde lo único que brilla en el lugar son las más de 750 botellas que están detrás de una larga barra atendida por experimentados bartender.
Una de las características del Red Luxury Bar es que no tienen carta de cócteles, sino que una pizarra con una lista de preparaciones que van cambiando periódicamente. Y si no hay nada que le guste al comensal se le crea algo a su gusto.
Según Cristián Runge, socio de Red Luxury Bar, quienes se sientan en la barra son aquellos que también están más dispuestos a experimentar y vivir las nuevas experiencias que el bartender le pueda ofrecer. Tanto ha sido el éxito de la barra, que ya la tuvieron que alargar una vez y -según cuenta Cristián- pronto tendrían que alargarla de nuevo.
Constitución 30-70, Patio Bellavista. 969082378.
La Misión, el vino manda
A diferencia de los otros lugares, la barra de La Misión no es de coctelería sino que de vinos, el atractivo de la casa. En este restaurante tienen 420 etiquetas, 41 vinos por copa y 11 degustaciones temáticas, por eso su barra funciona como un wine bar donde se puede probar vinos de distintos países de América.
La barra, a diferencia del restaurante, es más informal, es para ir por una copa o un picoteo, aunque, para quienes lo prefieran, también se puede comer ahí. Es atendida por un sommelier quien puede guiar a los menos expertos para elegir entre las más de 40 opciones y que no se pierdan en el camino.
Para acompañar las copas tienen desde ostras, pasando por cebiches, tapas e incluso charcutería hecha en el mismo restaurante. Como dato, puede encontrar copas desde aproximadamente los $3.800, hasta los $20.500 que corresponde al vino Almaviva, cuya botella puede costar $100.000 en el mercado. Un pequeño lujo para quienes quieran probar este vino sin tener que comprar la botella.
Av. Nueva Costanera 3969, Vitacura. 222088908.
Chipe Libre, especialistas en pisco
En Chipe Libre, el pisco es el rey, ya sea de origen chileno o peruano. Es por eso que su barra de 26 metros de largo tiene a seis bartender detrás de ella atendiendo a una clientela que no se resiste a sus cócteles.
Katherine Hidalgo, socia del restaurante, cuenta que el 50% de las ventas del lugar vienen solo de la coctelería. A diferencia de otros lugares, en Chipe Libre se da que las personas vayan solas a disfrutar de un cóctel, se sienten en la barra y ahí se genere una conversación con los bartender.
Ahora, en el lanzamiento de su nueva carta de verano, uno de los cócteles que más ha salido es La Temporera, un tributo inspirado en las trabajadoras en la IV región. El cóctel está preparado con Mal Paso, y frutas como mandarina y uvas, arriba tiene un pequeño canasto con frutas en trozo.
José Victorino Lastarria 282, Santiago. 226640584.