SANTIAGO.- Kate, duquesa de Cambridge, deslumbró en la alfombra roja de los Bafta, Premios de Cine de la Academia Británica, que tuvo lugar anoche en Londres. Saludando y posando para los fotógrafos que se aglomeraron para retratarla, lució un vestido negro sin hombros, con estampado de flores, perteneciente a la colección Resort 2016 de Alexander McQueen.
Desde su matrimonio en 2011 con el príncipe William, Kate ha vestido en innumerables ocasiones prendas de la firma inglesa. Sin ir más lejos, su vestido de novia fue hecho por la línea que lideró el fallecido diseñador.
Los duques de Cambridge acudieron a la ceremonia, ya que el príncipe William preside la Academia Británica desde el año 2010, y además fue el encargado de entregar el galardón de Fellowship a la trayectoria.
William y Kate fueron los últimos en llegar al teatro Royal Albert Hall y caminar por la alfombra roja. Y aunque no se detuvieron para hablar con la prensa, de igual manera fueron aclamados por el público presente.
Kate acompañó su llamativo vestido con un clutch negro y un par de brillantes aros largos. El cabello lo llevó recogido.
Además de deslumbrar por sus conjuntos de ropa, Kate es constantemente alagada por su figura, considerando que se convirtió en madre de George y Charlotte con escasos dos años de diferencia. Es por esta razón que sus "secretos" de belleza, como dieta y ejercicios, siempre son tema en la prensa mundial.
Según se ha sabido, la duquesa de Cambridge mide 175 cm y pesa unos 53 kg. Sin embargo, luce una figura tonificada, algo que comparte con su hermana Pippa.
Una fuente cercana ha señalado que su ejercicio preferido es la "plancha", que consiste en sostener el cuerpo sobre el suelo solo con los antebrazos y puntas de pies. La idea es mantener la posición por el máximo tiempo posible y hacer varias repeticiones, para así fortalecer la espalda, los hombros y el abdomen.
Asimismo, utiliza mucho el gimnasio del Palacio de Kensington; la cancha de tenis y la piscina de Anmer, y disfruta andando en bicicleta y trotando en Norfolk.
Kate cumplió 35 años el 9 de enero pasado, pero se ve mucho más joven, lo que ha logrado -según expertos en estética- dejando de lado el maquillaje recargado y optando por un look más natural.
