SANTIAGO.- “Es difícil llevar la cuenta de mis tatuajes. ¿Treinta, quizás?”. Megan Massacre tiene casi tantos tatuajes como años de vida. A sus 31 años, cada dibujo que exhibe en su piel tiene una historia y, aunque prefiere algunos más que otros, no se arrepiente de ninguno, ya que forman parte de su exitosa carrera en el arte del tattoo, algo que los chilenos podrán comprobar nuevamente cuando regrese al país como parte de Summer Ink 2017 que se realizará este sábado en el Centro de Eventos VTP de Valparaíso.
Esta destacada tatuadora, estrella de programas como "America’s Worst Tattoos", "NY Ink" –y próximamente “Bondi ink”, de truTV-, no tuvo un camino fácil. Siendo apenas una adolescente de 14 años en Philadelphia, se había enamorado del arte de los tatuajes, pese a no llevar ninguno aún en su cuerpo.
Nadie le quería enseñar y sus amigos la miraban como un bicho raro por interesarse en un mundo dominado entonces por los hombres. Debió esperar hasta ser mayor de edad para que le dieran la oportunidad de trabajar en un estudio, gracias a su talento para dibujar. Había abandonado la universidad y su puesto en una tienda de muebles para dedicarse de lleno a su sueño. Aún así, seguía sin un solo tatuaje en su piel.
-¿Fue entonces cuando te hiciste el primero? ¿Significaba algo importante para ti?
“El primer tatuaje que me hice fue un dibujo estilo animé de una niña que también era un guepardo. Para ese tiempo, ya había estado tatuando por seis meses, pero sin tener un tatuaje propio, y mi jefe llegó un día al trabajo y me dijo: ‘ok, hoy es el día en que te harás un tatuaje’. Tuve que elegir algo ese día pero no tenía idea qué. Miré todas las fotos en la pared y todas las revistas de tatuajes de la tienda, hasta que encontré este dibujo en la contratapa de una de ellas. Tenía 18 años, y en esa época me encantaban las ilustraciones animé y los colores brillantes, así que me dibujaron este diseño y esa noche, mi jefe me lo tatuó en la canilla. Cuando volví a mi casa, mi mamá se enojó mucho. Decía, ‘¡¿cómo vas a volver a ponerte un vestido!?’. Bueno, han pasado 13 años y me he puesto muchos vestidos”.
-¿Te arrepientes de ese primer tatuaje?
“No lo amo, fue una decisión precipitada y ya no me gusta el arte animé. Pero no me arrepiento, es parte de mi historia con los tatuajes. Solo me habría gustado que mi jefe me hubiera dado un mejor consejo de qué hacerme”.
-Partiste en una época en que no era frecuente ver mujeres tatuadoras. ¿Cómo ha cambiado el mundo del tatuaje para la mujer desde entonces?
“Hoy la gente ve los tatuajes de forma completamente diferente. Muchas tienen algunos, personalidades de televisión, actores, modelos, músicos, atletas; personas que otros siguen. Hoy los tatuajes son vistos como una tendencia y algo de moda. Donde una vez la gente con tatuajes fue mirada en menos, hoy muchas personas los encuentran cool y sexy”.
-Como dices, los tatuajes pueden ser una moda, pero han acompañado a la humanidad por siglos. ¿Qué crees que representan actualmente?
“En estos días, la gente se hace tatuajes por diferentes razones. Algunos, simplemente, como una expresión artística o de moda, y otros se los hacen para representar un momento importante de sus vidas, o una persona importante. Hay quienes se los hacen para expresar algo religioso o alguna creencia que sienten muy arraigada. E incluso, se usan como una forma de terapia, para superar un momento difícil de sus vidas. Quizás, para cubrir cicatrices o manchas.
“En general, se puede ver mucho de la cultura local en los tatuajes de distintas regiones del mundo. En Sudamérica hay muchos con temas de religión local, historia y sobre la vida silvestre de las distintas zonas”.
-De tus cerca de 30 tatuajes, ¿cuál es tu favorito?
“Un sagrado corazón en mi mano izquierda que me hizo mi amigo y tatuador Tim Hendricks Aunque no soy muy religiosa, me gusta el arte y simbolismo religioso. Además, este tatuaje fue hecho en una convención en mi ciudad natal”.
