Esta jornada se dio a conocer el Informe Mundial de la Felicidad 2017 que pone a Chile como el país “más feliz” de Sudamérica y 20 en un ranking planetario. Para llegar a obtener esta clasificación se tomaron en consideración diversos factores entre los que se menciona la sensación de tener libertad para tomar decisiones.
Precisamente este último punto ha tenido un fuerte impacto en diversos sectores productivos del país, especialmente en el turismo donde se ha registrado un constante cambio en las costumbres de los chilenos que paulatinamente se han ido desligando del tradicional periodo estival para disfrutar de sus días de descanso.
"Un gran indicador es el aumento de los viajes en temporada baja, por ejemplo en marzo han aumentado en un 15 y 40 por ciento respectivamente las demandas por viajes a Europa y al Caribe"
COCHA
Así lo comentan en COCHA donde aseguran que la mejor prueba de este cambio de hábitos se da en las últimas cifras que maneja el sector y que indican un considerable aumento de reservas hechas para después de iniciado el año normal de actividades tras el cierre del periodo veraniego.
“Un gran indicador es el aumento de los viajes en temporada baja, por ejemplo en marzo han aumentado en un 15 y 40 por ciento respectivamente las demandas por viajes a Europa y al Caribe", aseguraron en la agencia de viajes.
Estas cifras no hacen más que confirmar la tendencia que se viene experimentando los últimos años y que revelan un acercamiento en la brecha de reservas turísticas entre la temporada de vacaciones y la llamada baja temporada que se da a partir de marzo y llega hasta noviembre sin contar fechas como Semana Santa, vacaciones de invierno en los colegios y Fiestas Patrias.
Ahora bien, los mismos análisis del mercado indican que por ahora quienes están apostando por usar estas fechas para sus vacaciones tienen un perfil determinado que se diferencia claramente de quienes salen durante el periodo estival.
Mientras que durante las vacaciones de verano son las familias con hijos las que principalmente aprovechan esas fechas, las bajas temporadas atraen principalmente a gente más bien joven cuyas edades van entre los 25 y 45 años, y que en general son profesionales sin hijos.
Para este grupo resulta más que beneficioso optar por vacaciones fuera de temporada ya que eso les permite encontrar precios hasta un 40% más bajos en comparación al periodo de más alta demanda y disfrutar de destinos que ya no tienen alta demanda de turistas.
Esto ha llevado a una importante reducción en la brecha que se da entre ambas temporadas. Si hasta antes del año pasado esa diferencia era de un 20%, hoy en día llega a tan solo un 10% lo que demuestra la rápida transformación en el mercado nacional, impulsado quizá por esa sensación de mayor libertad al momento de tomar decisiones y que tiene a Chile como uno de los países más felices del mundo.
