El Boragó figura, por tercer año consecutivo, entre los 50 mejores restaurantes del mundo.
El Mercurio
Este 2017 Chile figura como el mejor destino del mundo para realizar turismo aventura dado sus majestuosos escenarios naturales y servicios relacionados. No obstante, esta clasificación no se hubiese logrado si en esta oferta no se promoviera además la posibilidad de disfrutar de otras cualidades de esta tierra que giran en torno a la vida al aire libre, como lo es su expresión gastronómica.
Si hasta hace unas décadas la cocina chilena estaba muy atrasada con respecto a otras como la de Perú, en la actualidad jóvenes chefs han llevado los sabores nacionales a lo más alto del arte culinario mundial pudiendo figurar en la elite de esta disciplina.
"Chile ya no sólo es desierto, glaciares y volcanes. Hace ya rato que nuestra gastronomía se está sumando a los atractivos turísticos del país”
COCHA
Es el caso del Boragó, un restaurante nacional que en los últimos tres años ha figurado dentro de los 50 mejores locales de comida alrededor del mundo y que este 2017 ocupa el puesto número 42 por sobre representantes de Japón, Italia, Francia y Argentina, entre otros.
Este exclusivo reconocimiento es una muestra palpable del desarrollo que ha tenido la cocina nacional el último tiempo impulsada por diversos factores como la decisión adoptada por la industria del turismo de incluir en su oferta experiencias gastronómicas junto a la aventura de conocer estas tierras.
En la agencia de viajes COCHA explican que "Chile ya no sólo es desierto, glaciares y volcanes. Hace ya rato que nuestra gastronomía se está sumando a los atractivos turísticos del país”.
Añaden que “esta tendencia no solo se da en la cocina más refinada, como la del Boragó, sino también con las preparaciones informales de Angelmó, de los muelles de Iquique y de las caletas y cocinerías a lo largo del país, que definitivamente son una delicia y una razón más que suficiente para animarse a conocer estas tierras”.
Por esa razón, ya no resulta extraño que el último tiempo haya aumentado la demanda por el turismo gourmet en Chile gracias, por ejemplo, a la excelente oferta vitivinícola que tiene estas tierras y la calidad, demostrada, de sus restaurantes.
Demás está decir que el turismo rural también ha sufrido un impulso donde la cocina más tradicional y campestre es una de las grandes atracciones para quienes desean arrancar de la vida citadina y pasar unos días en contacto directo con la naturaleza y las costumbres más arraigadas de esta tierra.
Ajiaco, arrollado de huaso, caldillo de congrio, carbonada, cazuela nogada, chancho en piedra, chapalele, curanto, empanadas, pastel de jaiba y otras tantas preparaciones son así le mejor compañía para disfrutar de la belleza del desierto de Atacama, las Torres del Paine o Isla de Pascua.
