Los viajeros fanáticos las bicicletas tienen un nuevo motivo ir a Europa luego que hace unos días se abriera al público un increíble sendero que no solo une las ciudades de Dubrovnik y Mostar, ubicadas en Croacia y Bosnia respectivamente, sino que también pasa por inigualables atracciones naturales e incluso ruinas que datan de la época del Imperio Romano.
The scenic Ciro trail es la nueva gran atracción para quienes gustan pedalear, especialmente por un camino hecho a la medida y que revive la antigua ruta del tren que unía Austria y Hungría, y que fue dejada al olvido hace ya más de 40 años. De hecho Ciro es el nombre que se le daba al ferrocarril impulsado a vapor que corría por esta vía.
La ruta se extiende por poco más de 160 kilómetros y avanza por pintorescos parajes que a inicios de la década de los 90 fueron escenario de cruentos episodios durante la guerra de Bosnia.
Hoy, esos días de violencia y desgracia quedaron en el pasado y los turistas pueden disfrutar de esta ruta panorámica que durante el trayecto los lleva por lugares impensados.
Así lo comentan desde el Departamento de Europa de COCHA, donde señalan que la nueva oferta turística es una invitación para tomar la bicicleta y recorrer caminos que fueron abandonado en 1971.
Como si eso fuera poco, añaden en la agencia de viajes, “el sendero pasa por atracciones como la cueva de Vjetrenica, las ruinas romanas de Morgovejo y el parque natural Hutovo Blato”.
La formación rocosa de Vjetrenica es la caverna más grande de Bosnia y Herzegovina y uno de los lugares más interesantes de los llamados Alpes Dináricos. Esta zona destaca por sus increíbles formaciones y ser un lugar ideal para realizar espeleología.
Por su parte, las ruinas de la fortaleza de la villa romana de Morgovejo se encuentran entre los monumentos más significativos de la arquitectura antigua tardía en esta parte del Viejo Continente. El complejo fue descubierto entre 1890 y 1903 y tiene una longitud de 120 metros de largo por 86 metros de ancho.
El parque natural Hutovo Blato, en tanto, está ubicado a unos 30 kilómetros de la ciudad de Mostar y abarca 7.411 hectáreas con una de las zonas de humedales más ricas de toda Europa. En su interior viven cerca de 240 especies de aves migratorias que suelen ser la atracción de los turistas.
Al interior de la reserva también se halla una antigua fortaleza que lleva el nombre del parque y un yacimiento arqueológico que da cuenta de que hace 2 mil años en ese lugar existía un gran complejo comercial que servía para el intercambio de productos entre las colonias romanas y los ilirios.