El próximo año, una vez casada, la princesa Mako de Akishino pasará a ser solo Mako Komuro. A la der., el futuro novio, Kei Komuro.
AP
TOKIO.- La nieta mayor del emperador Akihito de Japón, la princesa Mako, se casará con Kei Komuro, un compañero de universidad, informó ayer la cadena pública japonesa NHK, un matrimonio que marcará su salida de la casa imperial del país asiático.
La princesa, de 25 años, se comprometió con Kei Komuro, residente en la localidad de Yokohama y que estudió en la misma universidad de Tokio que ella, detalló la cadena, que apuntó a que el enlace podría realizarse el próximo año.
Mako es la hija mayor del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador y segundo en la línea sucesoria al trono del Crisantemo tras el príncipe heredero Naruhito.
La princesa ha estado realizando actos de representación del país asiático, como su reciente viaje a Paraguay en septiembre de 2016 para participar en los actos por el 80 aniversario de la llegada de los primeros inmigrantes nipones a ese país.
El matrimonio de la nieta mayor del emperador mermará todavía más a la familia imperial de Japón, una institución avejentada y cada vez más escasa, abocada a una amplia brecha generacional.
La normativa que rige la casa imperial nipona desde 1947 eliminó las llamadas ramas colaterales de la institución, de manera que las mujeres que nacen en su seno pierden su estatus de realeza al contraer matrimonio, algo que ha reducido sustancialmente el número de sus integrantes.
La dinastía hereditaria reinante más antigua del mundo está actualmente compuesta por 19 miembros, de los cuales solo cuatro son varones, los únicos que pueden acceder al trono: el emperador Akihito (83), el príncipe Naruhito (57), el príncipe Akishino (51) y el príncipe Hisahito (10), hermano menor de la princesa Mako.
La noticia del futuro matrimonio se da a conocer días antes de que el gobierno japonés apruebe un proyecto de ley para permitir la abdicación del emperador Akihito, quien ha reconocido a su edad le impide cumplir como quisiera sus obligaciones.
Los más conservadores temen que de permitir a las mujeres de la familia imperial, mantener su estatus real luego de casarse, se les permitiría luego optar al trono.
El año 2005, la princesa Sayako, hija de Akihito,
también perdió sus privilegios tras contraer matrimonio con un funcionario del gobierno japonés.