Ruinas del Castillo Belfort cerca de Spormaggiore en Trento, Italia.
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SANTIAGO.- Las autoridades italianas están empeñadas en potenciar el turismo en regiones menos conocidas del país, y para ello
han propuesto regalar poco más de un centenar de históricos edificios que en la actualidad se encuentran abandonados y a muy maltraer.
La única condición que se establecen para todos aquellos que estén interesados en conseguir las antiguas edificaciones, es que financien las obras de reconstrucción y transformen los
castillos, mansiones y torreones en una atracción para los viajeros.
El proyecto básicamente plantea generar las condiciones para un turismo más reposado, con viajes más lentos, sin apuros y con el máximo respeto al medio ambiente, disfrutando de los bellos parajes y tradiciones que se viven en esas zonas menos conocidas del país con forma de bota.
Esta tendencia es conocida como "
slow travel" y aparece como una buena opción para las autoridades de Italia, tanto para resguardar el patrimonio arquitectónico histórico cómo para descomprimir el fuerte flujo de viajeros que han puesto en aprietos las ciudades más populares entre los extranjeros, como lo son Roma y Venecia.
La Agencia Estatal de la Propiedad y el Ministerio de Patrimonio Cultural son los organismos que
tienen la tarea de asignar estas 103 edificaciones, que
podrían llegar a 200 de tener buenos resultados en la primera etapa, con miras a que se transformen en hoteles, restaurantes, museos o cualquier otro negocio que sea una atracción para los viajeros y que resguarde la arquitectura de los edificios.
El objetivo final de la iniciativa es consolidar un
plan turístico estratégico que permita diversificar la oferta a los viajeros y se puedan conocer otras regiones de Italia que guardan muchos atractivos que hasta ahora no son explotados.
"El proyecto promoverá y apoyará el desarrollo del slow travel y no tanto el turismo masivo", afirma Roberto Reggi, uno de las personas a cargo de la puesta en marcha del programa.
Dentro de las propiedades disponibles entrarán
viejas escuelas, antiguos conventos o torres de defensa emplazadas en la costa italiana.
Los interesados en conseguir uno de estos monumentos históricos deben presentar ante los organismos respectivos del país europeo,
un programa de restauración de los complejos y el uso turístico que se le dará.
Además se exige tener un equipo de profesionales que se hará cargo de las obras o el respaldo de una empresa conocida.
El proyecto establece además que los edificios serán entregados en comodato por 9 años con la posibilidad que se extienda en el tiempo.
Si quieres presentar una propuesta, empieza por rellenar el cuestionario online en la web de la
Agenzia del Demanio antes del próximo 26 de junio.