Japón es un país que ha sabido combinar a la perfección sus tradiciones más arraigadas con el explosivo desarrollo tecnológico y en pleno siglo XXI es capaz de convivir tranquilamente entre trenes de alta velocidad con costumbre que, por ejemplo, prohíben el ingreso de personas tatuadas a los tradicionales baños públicos.
Si, tal cual lee, las personas tatuadas no pueden ingresar a los conocidos onsens, que no son otra cosa que agradables baños termales que han estado presentes por generaciones en la cultura japonesa y que se rigen por estrictas normas de etiqueta y comportamiento.
Estos centros de relajación obligan a sus visitantes a lavarse cuidadosamente el cuerpo antes de ingresar al agua, no usar ninguna prenda de vestir y no tener tatuajes en su cuerpo, hecho que es totalmente inaceptable, ya que el arte corporal es asociado con la mafia conocida como Yakuza.
“Uno de los grandes atractivos de Japón (...) Son sus aguas termales de origen volcánico, repartidas en más de 3 mil zonas. Son baños tradicionales japoneses que implican un ritual higiénico muy severo antes del baño."
COCHA
No obstante, en la actualidad las autoridades de turismo han solicitado a quienes administran estos servicios que “relajen” sus normas y permitan el ingreso de los extranjeros tatuados que llegan a conocer su cultura y que, muy a menudo, son rechazadas de estos lugares.
En el Departamento Destinos lejanos de COCHA explican que los onsens son uno de los lugares más demandados por los viajeros que llegan a este país, ya que es una actividad muy tradicional de esta cultura y una experiencia más que relajante.
“Uno de los grandes atractivos de Japón en especial para los turistas europeos y americanos, son sus aguas termales de origen volcánico, repartidas en más de 3 mil zonas. Son baños tradicionales japoneses que implican un ritual higiénico muy severo antes del baño. Después, sólo queda relajarse y disfrutar”, dicen en la agencia de viajes.
En tanto, administradores de estos baños termales han asegurado que no discriminan a las personas tatuadas, pero sí aclaran que recomiendan abstenerse de usarlo a personas cuyos diseños corporales cubren parte importante de su cuerpo.
Entre las recomendaciones de la autoridad de turismo está plantear a los visitantes cubrir sus tatuajes con una etiqueta antes de ingresar a los baños o simplemente asignarles una estancia privada para vivir la experiencia de relajarse en un baño termal.