SANTIAGO.- “Prefiero estar preso que en casa”, le dijo Lawrence John Ripple a su esposa, Remedios, después de una discusión que tuvo con ella a principio de septiembre del año pasado.
Acto seguido, el hombre que entonces tenía 70 años se dirigió a un banco de su ciudad, Kansas, y le mostró a un cajero una nota que decía que tenía una pistola y que quería todo el dinero.
Una vez que le entregaron un botín de 3 mil dólares, Ripple se sentó en la puerta del banco y esperó a que llegara la policía. La explicación que le dio a los agentes se hizo internacionalmente conocida luego: había robado el banco para ir a la cárcel y no estar un minuto más junto a Remedios.
El martes de esta semana, el juez a cargo del caso, Carlos Murguia, dio la sentencia a Ripple, luego de que él se declarara culpable en enero pasado por el robo, arriesgando 37 meses de prisión.
Ripple pidió clemencia, y a través de su abogada explicó que al momento de discutir con Remedios y posteriormente asaltar el banco, se encontraba con una depresión mal diagnosticada. La propia Remedios lo acompañó al tribunal para escuchar el veredicto.
Finalmente, Murguia lo sentenció a seis meses de arresto domiciliario y 3 años de libertad vigilada. Además, Ripple deberá cumplir con 50 horas de trabajo comunitario, y pagar cerca de 227 dólares al banco afectado.
Según señaló al The Kansas City Star, Ripple encontró el medicamento adecuado para su depresión, y dice que se siente hoy muy bien. Eso sí, aclaró que haber ido a prisión habría sido más un castigo para su esposa que para él.