Japón es por mucho uno de los países más vanguardistas del mundo y visitarlo es una aventura inolvidable para cualquier mortal del mundo occidental. Capaces de combinar a la perfección sus tradiciones más ancestrales con un avasallador desarrollo tecnológico, el país del sol naciente sobresale por marcar tendencia a nivel planetario, tal como ocurre en la actualidad con el vino naranja.
Y es que este destilado es lo último en la moda de bares y tendencias culinarias de la nación asiática. Su nombre es “orange wine” y para los entendidos es el cuarto color de los mostos luego de los tradicionales rojos, rosados y blancos.
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Para aclarar las cosas, es necesario decir que el vino naranja no es nuevo y en algunos lugares del mundo tiene una larga tradición histórica, por lo que no puede ser calificado como una idea innovadora. No obstante, solo durante los últimos años este destilado ha ido ganando terreno y en la actualidad es uno de los tragos más solicitados, no solo en Japón, sino también en otros países como Australia, Francia y Estados Unidos.
No obstante, en el país del sol naciente es donde ha tomado más fuerza y prueba de ello es que en la actualidad una botella de “orange wine” puede llegar a costar fácilmente 300 euros (220 mil pesos chilenos) superando sin problemas el precio de los tradicionales vinos blancos.
En el Departamento de Destinos lejanos de COCHA explican que no es extraño que este tipo de tendencias se den en Japón, un país que sobresale del resto por tener todo lo que uno pueda imaginar para satisfacer un deseo, darse un gusto o simplemente para divertirse.
“Japón es uno de los lugares donde se pueden encontrar máquinas expendedoras de prácticamente todo lo que uno pueda imaginar. Y como si eso fuera poco, el mercado nipón además ofrece alternativas de sabores que se escapan de aquellos a los que estamos acostumbrados en este lado del planeta. Chocolates con sabor a papas fritas, bebidas cola con sabor a sandía, y así un largo etcétera”, dicen en la agencia de viajes para explicar cómo el vino naranja llegó a estar de moda.
Entendidos en la materia han explicado que este vino se hizo popular en la tierra del sol naciente por tener un gusto más bien áspero que combina a la perfección con el pescado, especialmente si es preparado como sushi o sashimi.
De ahí que no resulte extraño que destacados chefs europeos ya lo estén incluyendo en sus cartas de vino para acompañar algunas de sus más exigentes preparaciones. Es lo que ocurre con los cocineros franceses que cada vez hacen más pedidos de este mosto que no se produce en tierras galas.