SANTIAGO.- El caso del estudiante de la Alianza Francesa que se quitó vida tras ser suspendido por portar marihuana en el establecimiento educacional, ha llamado la atención de muchos sectores. Mientras el Ministerio de Educación informó que investigaría el actuar del colegio, la Fiscalía anunció que indaga una eventual venta de droga en cercanías del recinto escolar.
Sin embargo, también hay otras aristas importantes de tomar en cuenta, sobre todo en cuanto al
rol que tienen los padres para evitar que un joven de 17 años, con todo un futuro por delante, llegue a tomar la decisión de acabar con su vida. Es lo que precisamente plantea Alejandra Ibieta en un post publicado en el blog de AMA, la consultora parental de la que es socia.
Bajo el título "Una muerte evitable", Ibieta asegura que los casos como el del alumno de la Alianza Francesa son
situaciones muy complejas, en las que no es posible hacer una relación causa-efecto simplista. De ahí que -a su juicio- no es correcto culpar de buenas a primeras al colegio, a los padres o a quién sea, de lo que le ocurrió al joven.
En su post, la coach parental recuerda que en Chile las cifras sobre consumo de alcohol y drogas en adolescentes, son alarmantes, lo que -agrega- lleva a preguntarse:
¿qué está pasando en el interior de nuestros adolescentes?"Tengo mi teoría personal sobre el diagnótico y posibilidades nuevas para cambiar esta situación", escribe Ibieta. Y añade:
"Creo que hay una falta de sentido muy profunda en nuestros chicos, anidada en la carencia de vínculos afectivos seguros, exigencias académicas y de resultados altísimas, poco o nulo desarrollo de una rica vida interior".La coach parental continúa afirmando que la combinación de todos los factores anteriores lleva a que
los jóvenes tengan "una sensación de vacío que se llena con superficialidades, y se pasa con formas de anestesiamiento tales como el alcohol o las drogas, o la adicción a las tecnologías".
En su diagnóstico Ibieta también afirma que
existe una confusión en cuanto a los adultos, respecto a cómo abordar la realidad de los adolescentes. Y, en este sentido, asegura que ninguna medida que se tome "funcionará si no se llena el vacío".
Tres recomendaciones
Para ser más concreta en sus palabras, la coach parental entrega en su post
tres consejos que los padres pueden poner en práctica con sus hijos:
1.- Generar un vínculo íntimo: "No se trata de ser el papá o mamá buena onda al que le cuenta todo.
Se trata de encontrarse en el plano de los sentimientos y los deseos más profundos", explica Ibieta, y recomienda hacer preguntas del tipo ¿cómo te sientes?, ¿qué necesitas de mí? o ¿te sientes escuchado?
Si bien la coach parental reconoce que generar ese vínculo no es fácil, sí considera que hablar de lo que se siente es un hábito muy importante, que se ve en las personas que se sienten felices.
"Este tipo de encuentros no ocurrirán si no los incorporamos en nuestra agenda y no serán fructíferos si tenemos miedo de encontrarnos en el dolor, la rabia o la frustración", destaca.
2.- Tener conversaciones significativas: Según Ibieta, los padres deben dejar de preocuparse tanto por las notas, la PSU y si sus hijos entrarán o no a la mejor universidad. Por el contrario -sostiene-
lo importante es preguntarles sobre sus intereses, lo que los apasiona, sus sueños, sus creencias, lo que piensan de la vida y de la muerte, etc.
"Nuestro rol como padres no es asegurarles un salario, es ayudarlos a desarrollar una sana identidad y encontrar sus propios caminos", enfatiza.
3.- Modelar: Por último, la coach parental afirma que en este tema el ejemplo de los padres es fundamental. "Pregúntate ¿cómo cultivas tú tu vida interior?, ¿haces algo que te apasione?, ¿cómo están tus vínculos?, ¿usas algún tipo de anestesiamiento para no encontrarte contigo mismo?", plantea Ibieta, y finaliza:
"Un adolescente con propósito puede cambiar el mundo y tendrá no una, sino mil razones para querer vivir".