SANTIAGO.- Y llegó la primavera, una estación muy esperada por algunos, pero también incómoda para otros, en especial para quienes sufren de las molestas alergias estacionales.
Claro, porque aparentemente en esta época todos los alérgenos -polen, polvo, ácaros, etc.- parecen ponerse de acuerdo para atacar en conjunto, provocando irritación en los ojos, estornudos, rinitis, carraspeo y dolor de oídos, entre otros variados síntomas.
En términos simples,
las alergias son una respuesta exacerbada de defensa del sistema inmunológico, al entrar en contacto con agentes alérgenos. "Cuando el alérgeno entra en contacto con las personas, el sistema inmunológico lo identifica como una amenaza, produciendo grandes cantidades del anticuerpo IgE, que se depositan en la superficie de las células inmunitarias las que, a su vez, liberan mediadores químicos como la histamina. Esta empieza a actuar en diversos órganos y desencadena la respuesta inflamatoria, responsable de los molestos síntomas característicos de las alergias", explica Gabriela Valenzuela, directora del Centro de Ciencias Básicas de la Universidad Central.
Comúnmente, las alergias primaverales se tratan con fármacos, como antihistamínicos que bloquean los receptores de la histamina -de estos los más recomendados son los de segunda generación, ya que no producen somnolencia- y, en algunos, casos, con
corticoides nasales.
Un consejo general para todos los alérgicos es
evitar el contacto con los alérgenos responsables de los síntomas. "Una vez comenzada la temporada, se recomienda ventilar la casa en las mañanas y luegos cerrar las ventanas para que no entren los pólenes; mantener las ventanas del auto cerradas y, si se realiza deportes al aire libre, usar anteojos, ducharse y cambiarse de ropa inmediatamente después del ejercicio", recomienda María Angélica Marinovic, inmunóloga de Clínica Santa María.
Y si bien
lo ideal es comenzar con el tratamiento antes de que se manifiesten los primero síntomas, para quienes lo olvidaron o tal vez quieren complementar los medicamentos tradicionales con alternativas más naturales, aquí les contamos de
cinco formas diferentes de combatir las molestas alergias primaverales.
Rinofototerapia
En palabras simples, la rinofototerapia consiste en
aplicar luz en la nariz a través de un dispositivo electrónico llamado Bionette, un tratamiento no invasivo y al que pueden recurrir desde niños hasta adultos mayores.
El aparato, que funciona con pilas, está formado por barras de luz que se aplican encendidas en las fosas nasales, aliviando las distintas manifestaciones de la rinitis alérgica. Bionette
utiliza el poder curativo de la Luz Roja de Banda Estrecha y Bajo Nivel, es natural y no tiene efectos secundarios. Se vende en las principales cadenas de farmacias de Chile.
Agua de mar
El agua de mar sirve tanto para prevenir las alergias, como también para tratarlas. ¿Cómo? Al utilizarla a diario se mantiene una
buena higiene nasal, lo que favorece la barrera de defensa contra la agresión del medio ambiente, al dificultar la entrada del polen y otros alérgenos.
En farmacias se pueden encontrar preparados de diferentes marcas, entre ellos Stérimar, que cuenta con una versión para adultos y otra para niños. Aunque ambas tienen las mismas características, la última cuenta con una boquilla pediátrica adaptada para la nariz de los más pequeños.
Se trata de un
producto 100% natural -agua de mar en solución isotónica-, por lo que no tiene ninguna contraindicación.
Té e infusiones
El té verde es uno de los mejores para combatir las alergias primaverales, ya que contiene apigalocatequinas que bloquean la producción de histamina. Así, al consumirlo se
disminuye la gravedad de la reacción y se alivian los síntomas.
El té Rooibos también es muy recomendado, ya que actúa como antihistamínico sobre las alergias leves más comunes. Además, tiene la ventaja de que
no produce somnolencia. Asimismo,
puede ser consumido por niños y embarazadas, ya que es libre de cafeína.
En cuanto a las
infusiones, la de menta es ideal para aliviar la nariz obstruida y mucosas irritadas, ya que posee propiedades descongestionantes, antibacterianas y antiiflamatorias.
Una buena alternativa para encontrar tés e infusiones de calidad es la marca Adagio Teas, la que los ofrece en formato tradicional y también saborizados.
Homeopatía y aromaterapia
La homeopatía ayuda a tratar las alergias de forma preventiva. Por esto, lo ideal es comenzar antes de la floración. ¿Cómo actúan? Los productos homeopáticos se elaboran a partir de alérgenos, es decir, en base al mismo agente que produce la alergia, pero diluido y dinamizado. Así,
su uso continuo desensibiliza al organismo, de manera que cuando está en contacto con los agentes que producen la alergia, los síntomas disminuyan.
Productos de este tipo se pueden encontrar en Farmacias KONP. Uno de ellos es Histaminum C200, que precisamente desensibiliza el sistema inmunológico. También ofrecen un mix de alérgenos para la primavera, que se despachan con receta.
En tanto,
la aromaterapia es especialmente útil para las alergias provocadas por ácaros. "Se puede utilizar en spray para rociar directamente en cortinas, alfombras, frazadas o ropa de cama; o también se puede poner un difusor para matar el mal olor y mantener al margen los ácaros", explica María Elena Rudolphi, químico farmacéutico, homeópata certificada por el Ministerio de Salud y terapeuta floral de Farmacias KNOP.
En este sentido,
los aceites esenciales más recomendados son árbol de té, eucaliptus y lemongrass, que tienen la particularidad de bajar la carga de alérgenos en el ambiente.
Inmunoterapia
La inmunoterapia combate la rinits alérgica, conjuntivitis alérgica y/o asma, a través de la
administración gradual del extracto del alérgeno más predominante en cada paciente en particular, de manera que se haga tolerante a este, los síntomas sean más leves y no requiera uso permanente de medicamentos.
"Generalmente se realiza en aquellas personas que no responden de forma adecuada al tratamiento con medicamentos o que no quieren seguir dependiendo de estos para controlar su enfermedad", explica la inmunóloga Marinovic.
La inmunoterapia
puede ser administrada de forma oral (a partir de los tres años) o inyectada por vía subcutánea (sobre los cinco años de edad). Esta última alternativa consiste en una inyección semanal por tres semanas y luego mensual por tres años.
El efecto se prolonga por entre 15 a 20 años.
"A pesar de que es un tratamiento bastante seguro,
se recomienda realizarlo en un centro asistencial y siempre por un médico especialista", concluye la especialista.