TOKIO.- La princesa japonesa Mako y su prometido, Komuro, se casarán el 4 de noviembre de 2018, según anunció hoy la casa imperial.
Mako es hija del príncipe Akishino, el más joven de los hijos del emperador Akihito y segundo en la línea de sucesión al trono. Al contraer matrimonio con un civil, pierde los derechos dinásticos, según establecen las leyes niponas para las mujeres.
No obstante, se espera la presencia del octogenario Akihito en el enlace de su nieta, que tendrá lugar en el Imperial Hotel de Tokio, lo que marcará un hito en la historia moderna del país.
El emperador tiene previsto además abdicar en la primavera (boreal) de 2019, con lo que se convertiría en el primer Tenno en hacerlo renunciar al trono en unos 200 años. La fecha la debatirá el consejo imperial el 1 de diciembre y, después, será el Gobierno el que decida. Según los medios, podría ocurrir el 30 de abril, de modo que su primogénito Naruhito sería nuevo emperador el 1 de mayo.
Mako y Komuro, ambos de 26 años, se conocieron hace cinco años a través de un amigo en la Universidad Cristiana Internacional (ICU). Ambos anunciaron en septiembre su compromiso, que será formalizado con la tradicional ceremonia de pedida de mano el 4 de marzo.
Komuro reside en la ciudad de Yokohama, cerca de Tokio, junto con su madre y su abuelo. Además de estudiar un master en derecho económico, trabaja en un bufete de abogados en la capital.
El enlace de Mako y Komuro preocupa a los guardianes de la casa imperial, pues la monarquía hereditaria más antigua del mundo -donde solo los hombres forman parte de la línea sucesoria- se está quedando sin descendencia. Una vez Mako se case y abandone la corte, la familia imperial se quedará sólo con 18 miembros.
El príncipe Hisahito, hermano menor de Mako y tercero en la línea de sucesión, es a sus diez años el único varón de la generación más joven.