SANTIAGO.- La incontinencia urinaria es un problema de salud de alta prevalencia que afecta de manera importante la calidad de vida de las personas que la padecen y a pesar de que en el país no existen estudios que indiquen la incidencia de esta afección, se estima que afecta entre un 25 y 30% a las mujeres menores de 50 años, porcentaje que aumenta sobre los 60 años de edad, tanto en hombres como mujeres.
Existen dos tipos de incontinencia: la de esfuerzo, que se refiere a la pérdida de orina al toser, reír, hacer ejercicio, entre otros; y la de urgencia, que consiste en repentinas ganas de orinar y que no permiten que la persona llegue a un baño a tiempo.
Javier Pizarro, uroginecólogo del Hospital Sótero del Río y de la Red de Salud de la Universidad Católica, señala que la incontinencia de urgencia es la más común y que a menudo no se conoce la causa de su padecimiento, pero que puede ser consecuencia de diferentes cuadros, desde trastornos neurológicos, pasando por infecciones, cálculos, tumores o radioterapia.
Asimismo el especialista explica que según el grado de severidad
de los síntomas, existen distintas opciones para tratarla, desde las más sencillas -como cambios en la dieta y el estilo de vida-, hasta más complejas, como por ejemplo cirugías.
Dentro del grupo de las terapias avanzadas mínimamente invasivas y reversibles se encuentra la Neuromodulación Sacra, que consiste básicamente en un dispositivo que se implanta debajo de la piel en forma quirúrgica para modular los nervios sacros con impulsos eléctricos suaves, que se extienden en el área pélvica desde la base al coxis.
En ese sentido, una de las ventajas de la Neuromodulación Sacra de Medtronic es que el paciente puede realizar una prueba para determinar si será efectivo en su caso y sólo si esa prueba es positiva se realiza el implante posterior.
El gerente general de Medtronic Pacífico Sur, Juan Toro, explicó que esta terapia avanzada permite que el sistema nervioso recobre el control sobre los mecanismos que comandan la micción y la evacuación. "Es una terapia que está dirigida a la comunicación entre el cerebro y los nervios que controlan la vejiga".
"Se registra una importante mejora en la calidad de vida de quienes lo utilizan, recuperando su autoestima, ya que nuevamente pueden volver a salir de casa tranquilos", agregó.