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La romántica historia de amor del "tatuador de Auschwitz": Le marcó el brazo a la prisionera que sería su mujer

La pareja se conoció en un campo de concentración nazi. Su caso fue revelado por el libro que será lanzado mañana en el Reino Unido.

10 de Enero de 2018 | 10:13 | Emol
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Lale Sokolov y Gita Fuhrmannova se casaron en octubre de 1945

Heather Morris/Pantallazo Infobae
SANTIAGO.- El horror del Holocausto ocurrido en la Alemania nazi y todos los territorios ocupados por los alemanes entre 1942 y 1945, terminó con la vida de de entre 15 y 20 millones de víctimas durante el genocidio judío, según las cifras publicadas por el Museo del Holocausto. Pero para Lale Sokolov y Gita Fuhrmannova, fue este momento el que uniría sus vidas para siempre.

La increíble historia de amor y supervivencia de esta pareja judía fue dada a conocer por el libro "El tatuador de Auschwitz", de la escritora Heather Morris, el cual relata el paso de Sokolov por un campo de concentración y que será publicado en el Reino Unido este jueves.

Lale Sokolov -diminutivo de Ludwig, su verdadero nombre- con 26 años en ese entonces, conoció a quien sería su futura mujer un día de julio de 1942, cuando Gita se presentó para ser tatuada con esos números marcados en la piel que se convirtieron en el recuerdo imborrable de miles de judíos.

"Había algo en esa joven y sus ojos", contó el "tatuador de Auschwitz" en el libro, quien quería evitar la tarea de marcar la piel de la mujer, pero su jefe lo obligó a cumplir las normas de los nazis. Fue en aquel momento que "tatuó el número de la joven en el corazón", constata Infobae.

Al poco tiempo, Sokolov descubrió que el nombre de la joven con el número 34902 era Gita Fuhrmannova y había sido trasladada a Birkenau, uno de los campos de concentración del complejo de Auschwitz.

Gracias al cargo que llevaba como "marcador", el judío consiguió la ayuda del guardia que lo supervisaba y comenzó a intercambiar cartas con su enamorada. Consiguió comida extra para ella y logró que la trasladaran a un mejor lugar de trabajo.

Su "oficio" como tatuador se debió a sus conocimientos de los idiomas eslovaco, alemán, ruso, francés, húngaro y polaco. Este cargo le dio a Sokolov una posición privilegiada respecto a los otros prisioneros y probablemente fue lo que le permitió sobrevivir al exterminio así como comenzar una relación con Gita.

Luego de tres años de maltrato y abusos, Gita pudo dejar el campo en 1945, antes de la llegada de los rusos. Lo mismo hizo Lale, quien regresó a su ciudad de Krompachy, en Checoslovaquia para reunirse con su hermana y el resto de su familia. Pero él quería reencontrar a Gita, por lo que viajó en carroza hasta Bratislava esperando dar con su paradero.

El hombre esperó en la estación de trenes durante semanas, hasta que el jefe le aseguró que intentara en la Cruz Roja. Fue ahí donde encontró por fin a su amada.

La pareja se casó en octubre de 1945 y luego de que el Sokolov fuese detenido por enviar dinero en apoyo al proyecto del Estado de Israel, se fueron del país para instalarse finalmente en Melbourne, Australia, donde vivieron el resto de sus vidas y tuvieron un hijo.

"Este hombre guardó su secreto porque creía, equivocadamente, que tenía algo que esconder", dijo la escritora que rescató la historia de esta pareja luego de visitar a Solkolov por tres años, hasta su muerte en 2006.

Según cuenta Heather Morris, Lale tenía miedo a ser visto como un colaborador de los nazis. El hombre recién contó su historia en 2003, luego de la muerte de Gita, cuando ya no quedaba a nadie a quien proteger.
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