SANTIAGO.- En esta época de verano donde el turismo se acrecienta se hace necesario no solo encontrar hermosos paisajes para visitar, sino que también la manera en la que se hará. Para algunos esto puede convertirse en un gran problema, ya que quienes presentan alguna discapacidad en sus piernas pueden tener ciertas dificultades para desplazarse en zonas que no están adaptadas para el tránsito de sus sillas.
Durante los últimos años el tema de la inclusión para personas con discapacidad y su posibilidad de desplazarse en distintos lugares se ha vuelto algo relevante en nuestro país, es por esto que dos amigos amantes de la naturaleza y el turismo se han unido bajo la bandera de lucha de un "turismo inclusivo" con el fin de permitir a las personas discapacitadas tener acceso a lugares y zonas de mayor concurrencia turística.
Álvaro Silberstein (32) era jugador de rugby hasta los 18 años, pero un accidente automovilístico lo dejó con el 75% de su cuerpo inmóvil. Sin embargo, Silberstein no tuvo impedimentos para seguir con su vida y hoy forma parte del 3% nacional con discapacidad que practica algún deporte. "Nosotros queremos promover que haya opciones para realizar actividades al aire libre y que cualquiera que quiera hacerlo, pueda", dice Silberstein, quien es tetrapléjico.
Fue su pasión por el deporte que junto a su amigo Camilo Navarro (32), recorrieron parques nacionales del hemisferio norte y descubrieron que estaban totalmente adaptados para personas con discapacidad. Entonces idearon un proyecto que tiene como objetivo habilitar Chile y el mundo para que sea explorado por personas con discapacidad a través de experiencias inclusivas.
Wheel the World, ese es el nombre del proyecto de estos dos chilenos, el cual a partir de la inclusión busca transformase en un marketplace para que cualquiera pueda encontrar y planear su próximo viaje desde cualquier parte del mundo.
¿Cómo lo han implementado?
La primera experiencia de Álvaro y Camilo fue en Torres del Paine en diciembre de 2016. Llevaron una silla de ruedas especial para hacer trekking, la cual ya ha sido utilizada por 6 personas después de él.
Su última travesía los llevó a la isla Rapa Nui, donde dejaron a disposición 6 sillas: 2 especiales para trekking, 2 bicicletas y 2 sillas para la playa (funcionan en arena y flotan en el mar), logrando identificar distintas experiencias que se pueden realizar en la zona, desde llegar hasta la cima del Volcán Rano Raraku, disfrutar de la playa de Anakena y recorrer la isla en bicicleta.
"Es tan potente esta aventura, que incluso, personas que uno se va topando en el camino se suman a ayudar a empujar la silla, porque se dan cuenta que es simple y sólo se requiere de un estado físico normal”, cuenta Álvaro Silberstein sobre su último viaje a la isla de Pascua.
En cuanto a los planes futuros, el proyecto de inclusión busca viajar fuera de Chile y llegar hasta Perú, específicamente a Machu Picchu, para pronto extender también las rutas a Cochamó y San Pedro de Atacama.
