Retrato del pequeño Jacob elaborado por el artista forense Lois Gibson, con el fin de que alguien pueda identificar al menor.
Departamento de Policía de Galveston
SANTIAGO.- El 20 de octubre de 2017, una mujer que paseaba por una playa de Galveston, en Texas (EE.UU.), se encontró con una macabra sorpresa: el cuerpo de un niño de entre tres y cuatro años, flotaba en el agua. El pequeño estaba muerto.
La mujer llamó de inmediato a la policía, cuyos funcionarios recuperaron el cadáver desnudo, y determinaron que llevaba entre 12 y 48 horas en el agua. "El cuerpo del niño tenía señales de abandono y lesiones consistentes con abuso. Sin embargo, ninguna de las heridas parece ser fatal", declaró a la prensa en esa oportunidad Jeff Banks, detective del Departamento de Policía de Galveston.
Las autoridades se propusieron un único objetivo: identificar al niño y entregar su cuerpo a sus familiares. Para ello, el artista forense Lois Gibson elaboró un retrato del menor, quien fue descrito como delgado, de cabello negro y ojos cafés.
"Quiero encontrar a su abuela, a algún pariente, a su madre, a su padre o algún vecino. Alguien que lo conozca", explicó Gibson.
Asimismo, se tomaron muestras de su ADN, de sus huellas digitales y se ofreció una recompensa de 10 mil dólares (unos 6 millones de pesos) para quien entregue información sobre la identidad del niño.
El pequeño Jacob
A más de tres meses desde que el menor fuera encontrado, nadie ha reclamado su cuerpo y la policía de Galveston aún no tiene pistas para determinar qué ocurrió con el niño. Dado que no ha podido ser identificado, Mary Beth, agente especial del FBI, lo bautizó como pequeño Jacob.
"El fin de semana pasado, el domingo en la iglesia, un pequeño niño fue bautizado. Su nombre era Jacob. Simplemente parecía apropiado llamarlo pequeño Jacob con la esperanza de que nuestras oraciones puedan ser respondidas y podamos descubrir quién es este niño y quiénes son sus cuidadores", explicó Beth a Dateline.
Según lo determinó la autopsia, pequeño Jacob no se ahogó, sino que ya había fallecido cuando su cuerpo fue lanzado al agua. Se estima que el niño murió unos dos o tres días antes de que su cadáver fuera encontrado.
El martes pasado, la policía de Galveston tomó una drástica decisión con miras a descifrar el misterioso caso: hizo pública una foto del cadáver del niño. La imagen fue ligeramente editada para ocultar los signos de descomposición y facilitar la identificación del pequeño Jacob.
"No estamos publicando esta foto a la ligera. Realmente lo hicimos como última opción", explicó el capitán de la policía Joshua Schirard, sobre la inusual medida.
"Realmente no tenemos otras opciones (...) Lo más importante es que sea identificado. Odio tener que hacer pública esta foto. Es terrible. Pero al final del día el objetivo de identificarlo es mayor", argumentó por su parte el detective Jeff Banks.
El caso del pequeño Jacob está siendo investigado como homicidio. "Alguien lo vio, este niño merece ser identificado y descansar adecuadamente, pero para que eso ocurra, la colaboración del público es crucial", concluyó Schirard.