SANTIAGO.- Muchos darían cualquier cosa por estar en los zapatos de una
mujer de
New Hampshire (Estados Unidos) que se convirtió en la
ganadora de 560 millones de dólares en un juego de lotería. Sin embargo, la afortunada no podrá recibir su premio ¿La razón?
Se rehúsa a revelar su identidad por temor a sufrir una
"invasión significativa de su privacidad".
De acuerdo al reglamento de la
lotería PowerBall, una de las más conocidas dentro de Estados Unidos, los ganadores del premio deben
hacer público su nombre, lugar de residencia y monto del galardón para evitar posibles fraudes, según informó el diario español El País.
Sin embargo, la mujer prefiere mantener su nombre en secreto bajo el seudónimo de Jane Doe y ha iniciado una batalla legal para cobrar el dinero que le corresponde. "Desea mantener la libertad de ir al supermercado o acudir a eventos públicos sin ser conocida", ha señalado el abogado de la afortunada.
Y es que la misteriosa mujer quiere "estar alejada de la fama y la mala suerte que ha afectado a los ganadores de lotería". Ejemplo de ello es el caso de Craigory Burch Jr en 2015, quien dos meses después de recibir un premio de 434 mil dólares de la lotería estatal de Georgia, fue asesinado por siete enmascarados.
La mala fortuna también siguió al ganador de un premio de lotería de 30 millones de dólares, Abraham Shakespeare, el que fue estafado por una mujer a la que contrató como su asesora financiera, la que finalmente terminó por quitarle su fortuna y asesinarlo.
Razones le sobran a esta misteriosa mujer para mantenerse oculta. Sin embargo, los organizadores del premio se niegan a romper las reglas establecidas hasta ahora. La única opción posible para recibir un premio como este y no ser conocido públicamente, es comprar el ticket como un integrante de fondo anónimo, pero ya es demasiado tarde y si la mujer altera sus datos en la parte trasera del boleto, el premio quedaría anulado.
