Alejandra Hurtado, chef y gerente de innovación y desarrollo de Lo Saldes; Álvaro Barrientos, chef de la Fuente Chilena; Flaminia Sacco, chef de Divertimento; Diego Castro, chef instructor del Instituto Culinary.
El Mercurio/Pantallazo Instagram Diego Castro
SANTIAGO.- Hace unos días, un grupo de
chefs francesas se refirieron a cómo es el
ambiente que rodea el mundo gastronómico y coincidieron en que
para que las mujeres puedan desenvolverse en él, "hay que tener carácter fuerte".
Asimismo, afirmaron que
"la cocina es un universo cerrado", en el que
"hay machismo puro y duro". "Hay que
demostrar que eres sólida", "los
estereotipos están muy anclados" y "las mujeres chefs
son más respetadas cuando son homosexuales o trabajan en pareja", fueron algunas de las otras afirmaciones que realizaron.
Además, consideraron que cuando
la mujer chef se convierte en madre, "si no está bien rodeada,
debe elegir".
En Emol quisimos conocer si
el ambiente gastronómico chileno también es cerrado y sexista, como aseguraron las chefs francesas. Para ello, hablamos con
cuatro profesionales del área.
Un camino duro
"Yo personalmente nunca lo he vivido (...) nunca he sentido la discriminación por ser mujer", afirma
Alejandra Hurtado, quien lleva cerca de 14 años en el rubro gastronómico. Si bien la chef y pastelera reconoce que el
carácter fuerte es importante para trabajar en la cocina, aclara que
tanto mujeres como hombres deben tenerlo.
"Yo no me considero feminista, a mí
me gusta que seamos distintos, creo que no somos todos iguales, pero
sí tenemos que tener las mismas oportunidades", enfatiza Hurtado.
La chef y pastelera agrega que
desempeñarse en el rubro gastronómico es un camino muy duro y -a su juicio- esa puede ser una de las razones de por qué hay más hombres que mujeres chef conocidos.
"Hay
mujeres que se van quedando en el camino, no perduran tanto como los hombres que al final nadie les está diciendo que opten por algo, nadie los critica porque trabajan muchísimo o
nunca se van a sentir tan culpables, como se puede sentir una mujer, de no estar todo el día en la casa", explica Hurtado.
Ganarse los lugares
Por su parte,
Flaminia Sacco, chef del restaurante Divertimento Chileno, afirma que "sí
hay un machismo inherente en la cocina", aunque aclara que a su parecer se debe a un asunto de historia. "Había una época en que solo habían hombres en la cocina, no habían mujeres (...) A medida que vaya pasando el tiempo,
nosotras vamos a ir cambiando esa historia", asegura.
Esos sí, señala que en Chile no le ha tocado sufrir discriminación, pero sí le ocurrió cuando trabajaba en Estados Unidos. "Lo que siempre pasaba es que habían mujeres chefs importantes pero siempre en la pastelería, no había ninguna que manejara la cocina", recuerda.
Sacco reconoce que en Chile hay más hombres que mujeres dirigiendo cocinas y aclara que -a su juicio- no se debe a una discriminación. "Para mí la cocina es mucho de ganarse los lugares, tú tienes que tener mucha personalidad para poder hacerte valer (...) Una mujer se puede hacer valer, pero tiene que tener una personalidad fuerte, tiene que ser una persona súper decidida, tener las ideas claras", señala.
Según la chef de Divertimento, para que las mujeres chef sean conocidas, deben tener un lugar propio. En este sentido, pone como ejemplos a Carolina Bazán y Amalia Pesutic, quienes "tienen sus propios restaurantes, no trabajan para alguien, ellas son sus propias dueñas".
La visión masculina
Álvaro Barrientos, chef del restaurante Fuente Chilena, afirma que nunca ha percibido que el ambiente gastronómico en Chile sea machista.
"Al contrario, a mí me formaron en su gran mayoría mujeres (...) Hoy día yo creo que muchas de esas cosas han sido inventadas por las mismas mujeres (...) Conozco a mujeres brillantes a cargo de buques importantes y que están dentro de la élite de la gastronomía chilena", indica.
Eso sí, Barrientos reconoce que el rubro gastronómico efectivamente es más difícil para las mujeres, sobre todo por el tema de la maternidad. "Pero ahí está donde las mujeres han ido descubriendo espacio y se han ido ganando otros lugares", explica.
Para Diego Castro, chef instructor del Instituto Culinary, el mundo de la cocina sí es machista. "Siempre a mis alumnas les replico cuando se van a sus primeras prácticas, que se van a encontrar con un mundo machista, las van a agarrar para el leseo y no las ven como gente profesional buenas para la cocina", cuenta.
Sin embargo, a su juicio superar eso es un asunto de actitud. "¿Quiénes son las mujeres que ahora lideran la cocina? Las personas que tienen actitud (...) tienen un carácter fuerte, que aperran, que son full, que no tienen ninguna diferencia con un chef hombre", dice.
Según Castro, también es importante la capacidad de liderazgo y afirma que si una mujer no la tiene, le será "difícil salir adelante en el mundo de la cocina, más que para un hombre".
