SANTIAGO.- Montando una escoba voladora, disfrazada de rana, conejo o de ángel... La bisabuela japonesa Kimiko Nishimoto solo ha necesitado una cámara de fotos y su sentido del humor para entretener a sus miles de seguidores con sus insólitas selfies.
Nishimoto, quien pronto cumplirá 90 años, ya tiene 65.500 seguidores y 47 fotos en la red social de Instagram, recorriendo el mundo con sus graciosas fotos a tan solo dos meses de haber abierto su cuenta.
Kimiko descubrió el mundo de la fotografía a los 72 años cuando comenzó a tomar clases por primera vez. "Amo mi cámara de fotos (...) la guardo junto a mi cama cuando duermo, por si a caso. Siempre la tengo cerca de mí", dijo la japonesa.
Tras diez años, presentó su primera exposición en Kumamoto, su ciudad natal, pero no fue hasta que irrumpió en las redes sociales cuando se convirtió en una verdadera celebridad.
"Al principio no sabía que mis fotos eran tan populares", cuenta con una sonrisa de oreja a oreja. "No es que yo intente sorprender a la gente, simplemente tomo las fotos que encuentro divertidas", explicó.
La abuela de tres nietos y bisabuela de seis bisnietos asegura que ella misma gestiona su cuenta de Instagram, prepara los montajes de escena y maneja los programas de edición de las fotografías, en las que se le puede ver incluso levitando.
"Cada vez que voy a un lugar, me imagino de qué manera divertida podría vestir yo ese lugar (...) Yo simplemente quiero traer alegría. Este es el secreto de mi felicidad y me gustaría seguir mientras esté con vida", dijo Nishimoto.
