SANTIAGO.- Hace casi un año que vivo en Brasil, y la verdad es que este país es una "isla" desconocida para los latinoamericanos y viceversa… si no fuera por el turismo seríamos mucho más distantes.
Cuando uno piensa en Brasil, se le vienen a la mente las playas paradisíacas, el fútbol, el Cristo Redentor y el fútbol… ¡Ah! Y las caipiriñas. Pero cuando uno vive aquí se da cuenta de que es un país enorme, con mucha riqueza, mucha gente y mucha, pero mucha, cultura.
Al igual que todo Latinoamérica es un país lleno de migraciones, pero cuando uno ve lo números se da cuenta la verdadera influencia que tienen sus migrantes. Por ejemplo, de África llegaron 5.000.000 de esclavos; tienen la colonia japonesa más grande fuera de Japón, con 1.300.000 de personas; el 11% de la población es descendiente de italianos, es decir, 22 millones de ciudadanos; además, obviamente, de la influencia portuguesa, la gran migración alemana en el sur y, por supuesto, sus pueblos originarios y la riqueza del Amazonas.
Con todos estos antecedentes, podemos darnos cuenta que sabemos muy poco de Brasil y su cocina. Por ejemplo, en el estado de Sao Paulo hay un personaje que tiene un terreno en el que está cultivando todas las frutas que encuentra en Brasil… y ya lleva 1.500 variedades.
Cuando hablamos de los postres, dentro de las grandes ciudades encontramos muchas variedades, desde los portugueses hasta los mochi japoneses. Pero uno de los más comunes es la tapioca, que puede ser dulce o salada. Se encuentra en las ferias libres y en la mayoría de los cafés, en su versión dulce con coco y leche condensada es simplemente un imperdible.
La tapioca es un almidón de yuca que se hidrata y cuando se asa en la sartén, forma una película crocante. Este producto viene directamente de los pueblos amazónicos que rallan la yuca, la exprimen y de ese líquido obtienen la tapioca, que es el almidón de la yuca.
Otro clásico es el quindim, un dulce hecho en base a yemas de huevo y coco, probablemente inventado por los esclavos africanos del nordeste de Brasil, ya que es una unión entre los postres portugueses -en los que se utilizan muchas yemas de huevo- y coco, que es uno de los cultivos más importantes del norte de Brasil.
El tercero digno de nombrar es el pastel de nata o pastel de belem (pastéis de Belem), que debe comerse a los pocos minutos de haber salido del horno para sentir la crocancia del hojaldre y la cremosidad del relleno. Si es del día anterior, ¡olvídalo! será el peor dulce que hayas probado en tu vida, pero recién horneado acompañado de una taza de buen café, es una delicia.
Te invito a que pruebes estos tres postres, preparándolos con tus propias manos. Para eso, aquí te dejo las recetas. ¡Anímate!
Por Matías Palomo (Twitter @matias_palomo / @sukalde; Facebook https://www.facebook.com/MatiasPalomoR/; Instagram momopalomo; http://www.matiaspalomo.cl).
Tapioca de coco con leche condensada (8 unidades aprox.)
Ingredientes
- 500 gramos de masa para tapioca
- 1 cajita de leche condensada
- Coco fresco rallado a gusto
PreparaciónSi no consigues la masa para tapiocas, puedes comprar las perlas de tapioca en cualquier supermercado chino. Se hidratan en agua fría por la noche y al otro día se bota el agua, ya que la tapioca quedará en el fondo del recipiente.
Una vez eliminada el agua, coloca la masa que está en el recipiente sobre una tela y exprime. Cuando termines este proceso, quedará una harina húmeda muy fina, que te servirá para hacer las tapiocas.
Coloca en sartén antiadherente bien caliente más o menos 5 cucharadas de masa para tapioca. Esparce bien y espera hasta que se empiece a formar una costra sin que se dore la masa.
Agrega la leche condensada y el coco rallado (ojalá fresco).
Dobla por la mitad y sirve.
Quindim
Ingredientes
- 2 huevos
- 5 yemas de huevo
- 180 gramos de azúcar
- 100 gramos de coco rallado
- 1 cucharada de mantequilla
- 1/8 taza de agua (4 o 5 cucharadas soperas)
Preparación
Pon el coco rallado en un bol y añade el agua. Déjalo reposar un rato hasta que se hidrate el coco.
En otro bol coloca los huevos, las yemas, la mantequilla a punto de pomada y el azúcar. Mezcla bien con una batidora hasta que se disuelva completamente el azúcar. Añade el coco rallado hidratado y mezcla todo bien. Deja reposar durante una hora.
Unta los moldes con mantequilla y espolvorea el azúcar. Bate de nuevo la mezcla para que quede homogénea y rellena los moldes (2 cm aprox.).
Precalienta el horno y hornea a baño maría a 150ºC durante 40 minutos aproximadamente, hasta que el centro esté cuajado.
Saca los moldes del horno y deja enfriar. Una vez fríos, desmolda con cuidado y sirve.
Pastel de nada o pastéis de Belém
Ingredientes (para 12-14 pasteles)
- 2 láminas de masa de hoja
- 500 ml de crema de leche
- 200 gramos de azúcar
- 8 yemas de huevo
- 2 cucharadas soperas de almidón de maíz
- Cáscara de 1/2 limón
- Mantequilla para untar los moldes
Preparación
Unta los moldes (sirven los de muffin) con mantequilla. Estira y corta con un vaso círculos de masa de hoja, y colócalos en los moldes, para luego guardarlos en el refrigerador.
Bate las yemas con el azúcar hasta que se integren los dos ingredientes. Añade la maicena y la crema, y revuelve bien todo.
Echa la crema en una olla con la cáscara del limón y revuelve bien hasta que empiece a hervir. Retira y deja templar.
Rellena cada hojaldre con crema, aproximadamente 3/4 partes.
Con el horno precalentado a temperatura 250ºC, hornea unos 15 minutos o hasta que estén dorados.
Deja enfriar un poco y disfrútalo con un buen espresso.
