SANTIAGO.-
Opiniones divididas ha generado el
retrato de la ex Primera Dama estadounidense Michelle Obama, que ayer fue presentado en la Galería Nacional de Estados Unidos. La obra pertenece a
Amy Sherald y está hecha casi enteramente en tonos grises, con apenas unos pocos colores. En ella, Michelle luce un vestido blanco con diseños y observa fijamente hacia el frente de la tela.
El cuadro de la ex Primera Dama
fue halagado por su esposo, el ex Mandatario Barack Obama, cuyo retrato también fue hecho público. Obama destacó que Sherald había logrado "capturar la gracia, la belleza, la inteligencia, el encanto y la sensualidad de la mujer que amo".
Sin embargo,
no todos piensan lo mismo. "Los retratos del Presidente Obama y la ex Primera Dama Michel Obama acaban de ser revelados.
¿Es una broma?", escribió el especialista en políticas públicas Bill Colona, según informó Fox News.
Por su parte, Eugene Gu, columnista de salud de The Hill, señaló: "Michelle Obama es una mujer elegante y el retrato se ve bien. Pero claramente,
la artista dibujó a otra persona".
En tanto, el abogado y escritor Ben Shapiro se lo tomó con humor. "
Amo el nuevo retrato de Michelle Obama", tuiteó, junto a la foto de un
cuadro de arte abstracto repleto de color.
"Sí se parece"
Chris Cillizza, editor general de CNN, también consideró que la obra de Amy Sherald no tenía mucho parecido con la ex Primera Dama. Entonces, le preguntó su opinión a un especialista,
Philip Kennicott, crítico de arte para The Washington Post y ganador del Premio Pulitzer.
"Pienso que
sí se parece a la señora Obama, aunque la representación no es tan fotográficamente precisa como la pintura del ex Presidente que hizo Kehinde Wiley", sostuvo Kennicott. Wiley fue el artista que pintó el retrato de Barack Obama.
Según el crítico de arte, en su obra Sherald hace un par de cosas que
disminuyen la sensación de verosimilitud. "En primer lugar, pinta
tonos de piel en escala de grises, más una reminiscencia de la fotografía en blanco y negro (...) Así, el rostro de Michelle Obama nos observa como si estuviéramos mirando un álbum de viejas fotografías familiares", explicó.
Asimismo, Kennicott destaca que la ex Primera Dama
fue retratada sentada, y el público está acostumbrado a la presencia que marca su estatura y postura impecable. "Aquí la vemos en un momento privado, encerrada en sí misma y, en cierto modo, refugiándose en la extensión del vestido que lleva puesto", sostuvo.
¿Y qué le pareció el retrato a su protagonista? Michelle se declaró "
un poco abrumada, por decir lo menos". Asimismo se refirió a los jóvenes, "en particular las niñas y las niñas de color, que en el futuro vendrán a este lugar y observarán, y
verán colgando en la pared la imagen de alguien que se ve como ellas".