SANTIAGO.- Un nuevo caso de
discriminación contra personas de habla hispana, se registró en Estados Unidos, específicamente en el Estado de Montana, donde
un policía fronterizo interceptó a dos mujeres por hablar en español en un lugar en el que -les explicó el uniformado- predominantemente se habla inglés.
Las afectadas, Ana Suda y Mimi Hernandez -quienes son ciudadanas estadounidenses-, se encontraban en
una estación de servicio a punto de pagar por huevos y leche, cuando el
policía fronterizo les pidió sus identificaciones y les dijo que salieran del local.
Las mujeres
obedecieron las órdenes del uniformado, pero también grabaron la conversación que tuvieron con él.
"¿Puede decir a la cámara
por qué nos pidió nuestras identificaciones, por favor?", pidió Ana al policía fronterizo.
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Señora, la razón por las que les pedí sus identificaciones es porque las oí hablar español, lo que no se escucha mucho por acá. Solo su nombre, fecha y lugar de nacimiento", le contestó el uniformado.
"¿Solo por nuestro perfil racial?", le preguntó Ana, a lo que él respondió:
"No tiene nada que ver con eso, solo con el hecho de que hablaban español en la tienda en un Estado en el que predominantemente se habla inglés".
Luego, el sargento O'Neal, como se identifica el policía, toma la radio y comienza a pedir información sobre las mujeres.
"
Estaba tan avergonzada... estábamos afuera de la estación de servicio y
todos nos observaban como si hubiéramos hecho algo malo. No pensé que hablar español era algo criminal", declaró Ana a The Washington Post, agregando que
estuvieron retenidas por el policía por alrededor de 35 minutos.
Según publicó USA Today, el
Departamento de Aduana y Protección de Fronteras de EE.UU. se encuentra revisando el caso, para "asegurar que se siguieron todas las políticas apropiadas".
A este caso se suma el ocurrido la semana pasada
en un restaurante de Nueva York, donde un abogado se enfureció cuando escuchó que los empleados hablaban en español. Aaron Schlossberg incluso amenazó a los trabajadores con llamar a la oficina de inmigración y los acusó de ser indocumentados.