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Mujer brasileña rompe las reglas y da a luz en isla donde están "prohibidos" los nacimientos

El archipiélago de Fernando de Noronha, situado a unos 350 kilómetros de la costa nordeste de Brasil, recibió a su primer bebé en 12 años.

22 de Mayo de 2018 | 15:49 | Redactado por Camila Reyes, Emol
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Fernando de Noronha es un archipiélago situado a unos 350 kilómetros de la costa nordeste de Brasil conocido por su reserva natural y nombrado patrimonio de la humanidad

Cristián Carvallo, El Mercurio
SANTIAGO.- Después de 12 años en que ninguna guagua naciera en la remota isla brasileña Fernando de Noronha, una mujer quebrantó las normas establecidas y dio a luz en un lugar donde están prohibidos los partos.

El nacimiento de la menor fue una sorpresa para todos. De acuerdo a El País, la mujer tuvo labores de parto en su propia casa y su familia no tenía conocimiento de su embarazo.

"La noche del viernes tuve dolores y cuando fui al baño vi algo saliendo entre mis piernas. Ahí fue cuando el padre del bebé vino y lo recogió. Era un bebé, una niña", dijo la mujer, quien dio a luz el fin de semana y ha decidido permanecer en el anonimato, en declaraciones recogidas por AFP.

El archipiélago volcánico de Fernando de Noronha, situado a unos 350 kilómetros de la costa nordeste de Brasil y con poco más de tres mil habitantes, no autoriza que las mujeres tengan a sus hijos en aquel lugar debido a que los centros de salud no cuentan con las herramientas ni los procedimientos necesarios para realizar un parto.

Si bien no existe una ley que establezca la prohibición, a partir de la semana 34 de embarazo las habitantes de la isla son trasladadas por la Coordinación de Salud hacia tierra firme para que tengan a sus hijos.

Según informó la BBC, el área de maternidad del Hospital de San Lucas del archipiélago brasileño, conocido por su reserva natural y nombrado patrimonio de la humanidad, fue cerrada hace más de una década por su alto costo. Considerando que al año nacen alrededor de 40 niños, argumentaron que el mantenimiento de las instalaciones, y el traslado de los médicos y anestesistas no se compensaban.

La medida fue muy criticada en aquel entonces por los habitantes de la isla, quienes argumentaban que violaba el "derecho a nacer" en su propio lugar de residencia.
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