El momento en que Sonia Anderson (de espalda) interrumpe a Donald Grant (al fondo a la izquierda) durante el lanzamiento de su libro.
9 News / Captura
SANTIAGO.-
"Eso es privado, deberías haber acudido a mí, deberías haberme contactado y decirme qué había pasado", le gritó entre lágrimas Sonia Anderson al
psiquiatra Donald Grant en medio de la presentación de su libro
"Instinto Asesino".
Anderson
estaba furiosa y dolida, ya que en el texto Grant
revela detalles sobre la muerte de su hija ocurrida en 2010, que ni siquiera ella conocía.
"Para ganar dinero, para llenarte los bolsillos con el asesinato de mi hija", continuó gritando la mujer.
La escena ocurrió ayer en
Brisbane (Australia) ante la mirada atónita de los demás asistentes al lanzamiento del libro, en el que Grant
aborda 10 crímenes ocurrido en el pasado, entre ellos el de Bianca Girven a manos de Rhys Austin, quien en ese entonces era su novio.
Girven, de 22 años, fue estrangulada por Austin, quien luego la abandonó en una camioneta.
La joven estaba con vida cuando fue encontrada, pero al día siguiente murió en el hospital.
Bianca Girven. Crédito: News.com.au / Captura. La corte determinó que el
autor del crimen sufría de trastornos mentales, por lo que fue
enviado a un hospital psiquiátrico, donde
Donald Grant lo encontró.
Durante su conversación,
el asesino le reveló al psiquiatra cuáles habían sido las últimas palabras de Girven antes de morir.
"Leí en tu libro que mi hija quería despedirse de su hijo y no lo sabía hasta que lo escribiste", le recriminó Sonia Anderson al psiquiatra.
Luego, más tranquila, la mujer explicó a 9 News que
luchará para que el libro sea retirado de circulación, ya que su autor "vive de la miseria de los demás". Asimismo,
calificó la publicación como "inmoral" y "desagradable".
Por su parte,
Grant -quien quedó sin palabras ante la sorpresiva intervención de Anderson durante el lanzamiento de su libro- señaló hoy en una conferencia de prensa, que
donará parte de las ganancias de la publicación a las familias de las víctimas de crímenes.
En tanto,
Queensland Health -un departamento del gobierno de Queensland que opera y administra el sistema público de salud del Estado-
anunció que examinará el libro, ya que
"parece ser una traición a los pacientes, las víctimas y sus familias".