SANTIAGO.- Como sacado de una
película de terror. Así ha sido descrito el
caso de Sophie Lionnet, una
joven francesa de 21 años que viajó a Londres para
trabajar como niñera de una pareja, pero
en cuyas manos encontró una macabra muerte.
Sophie, conocida por ser una joven
amable, gentil y bondadosa, llegó a trabajar con
Sabrina Kouider y su pareja Ouissem Medouni, en su casa de Wimbledon, al suroeste de Londres. Sin embargo, pronto
su vida con ellos se volvió una pesadilla, sobre todo por las
extrañas conductas que tenía Kouider.
La mujer de 35 años y que nació en Francia,
estaba convencida de que Sophie era una espía de Mark Walton, antiguo miembro de la banda Boyzone, y con quien Kouider
había tenido una relación y compartía un hijo. La obsesión de esta con Walton la llevaba a pensar que su
tímida niñera pretendía drogar y abusar de su familia.
Así, Sophie comenzó a vivir en una especie de prisión, en la que
Kouider y Medouni la acusaban constantemente de robarles cosas o de estar haciendo planes a sus espaldas. De hecho, en junio de 2017 la niñera le
escribió a su padre, diciéndole que era constantemente insultada y acusada por la pareja, por lo que
quería regresar a su hogar. Pero Kouider le quitó su pasaporte.
Sabrina Kouider y Ouissem Medouni, los asesinos de Sophie. Crédito: AFP.
La pareja no se detuvo, y comenzó a torturarla y a interrogarla durante largas horas para que "confesara". Pero
Sophie no tenía nada que confesar, ya que ni siquiera conocía a Mark Walton.
En septiembre de 2017, el maltrato y las torturas a la niñera llegaron a su punto máximo.
Sophie fue llevada al baño, bajo la amenaza de que si no decía la verdad, moriría ahogada. Y así ocurrió. Kouider y Medouni intentaron deshacerse del cuerpo niñera y lo llevaron al patio trasero para quemarlo.
Sin embargo, el
extraño olor que emanaba desde el lugar,
llamó la atención de los bomberos, quienes interrogaron a la pareja al respecto. Según informa el Daily Mail,
Kouider y Medouni aseguraron que estaban asando una oveja y de ahí el inusual aroma.
Detención, juicio y condena
Cuando la pareja fue detenida, aseguraron que Sophie había escapado a Los Angeles, Estados Unidos,
con Mark Walton en un intento por
involucrarlo en su macabro crimen. Sin embargo, los
registros que quedaron de los interrogatorios a los que era sometida la niñera, ayudaron a
revelar la verdad.
Durante el juicio,
Kouider y Medouni se culparon mutuamente de la muerte de Sophie. El abogado de la mujer argumentó que sufría un trastorno de personalidad emocionalmente inestable, en tanto que el defensor de su pareja insistió que este también era una víctima de Kouider.
La corte también mostró
grabaciones de los inhumanos interrogatorios a los que era sometida Sophie, videos en las que se la puede ver
débil, demacrada y desorientada.
Imagen de uno de los videos de los interrogatorios a la niñera. Crédito: AFP.Asimismo,
sus restos revelaron que fue víctima de una violencia extrema, ya que presentaba fracturas en su esternón, en cinco de sus costillas y en su mandíbula.
El juez concluyó que el objetivo final de Kouider y Medouni era enviar las imágenes a Walton, para que este pagara dinero por la niñera.
Finalmente,
en mayo pasado la pareja fue hallada culpable del homicidio de Sophie y ayer fueron condenados a 30 años de cárcel.
"
El sufrimiento y el terror por la que la hicieron pasar antes de su muerte,
fue prolongado y sin piedad", señaló el juez Nicholas Hilliard durante la lectura de la sentencia.
En la oportunidad,
Kouider leyó una carta ofreciendo disculpas a la familia de Sophie.
"Querida Sophie: Que la paz te acompañe (...)
Cuánto siento lo que sucedió y, de hecho, compartimos muchos momentos buenos. Sophie,
estoy impactada y triste de que ya no seas parte de este mundo. Me parece un sueño horrible del que me gustaría poder despertar.
Sufro todos los días pensando en ti y en lo que te ocurrió, y desearía poder volver el tiempo atrás y que todavía estuvieras viva. Sophie,
desearía que las cosas hubieran sido diferentes y que descanses en paz con Dios", decía la misiva.
Pero
de poco valieron las disculpas a los padres de Sophie, quienes calificaron a
Kouider y Medouni como unos
"monstruos".
"
Nadie, ni siquiera Dios, los perdonará por lo que le hicieron a nuestra hija", sostuvo su madre, Catherine Devallonne, en una declaración.
"Sabrina y Ouissem
no solo le robaron la vida a mi única hija de una manera brutal y sin remordimiento,
sino que también robaron la mía, mi sueño, mi felicidad, mi tranquilidad y mi futuro", sostuvo por su parte Patrick Lionnet, su padre.
Catherine y Patrick, padres de Sophie. Crédito: AFP.