SANTIAGO.- En marzo pasado, los medios argentinos dieron a conocer la noticia de un
hombre de 60 años, que decidió
cambiarse su nombre de masculino a femenino, dando lugar a una serie de
sospechas por parte de sus compañeros de trabajo quienes aseguraron que lo hacía para adelantar su edad de jubilación.
Sin embargo,
Sergio Lazarovich lo rechazó de plano, afirmando que se había cambiado de género "por convicción" y que no había iniciado ningún trámite ante la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) para jubilarse anticipadamente.
Lazarovich inició las diligencias para su cambio de género en junio de 2017 en Salta y las terminó en Tucumán, la provincia donde nació. Y mientras en la oficina quienes lo conocían sostuvieron que
"jamás mostró una actitud femenina" y que
"vivía de licencia en licencia", la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA) lo defendió señalando que
"hay personas mayores que hacen cambio de género. Tal vez la está pasando mal".
Lo cierto es que
Sergio finalmente pasó a llamarse Sergia y, según se conoció hoy, semanas después de concretar el cambio,
la ahora mujer inició las gestiones para jubilarse.
El nuevo carnet de conducir de Sergia. Crédito: La Nacióna / GDA. "Nosotros nos sometemos a la documentación presentada.
Aportó casi 30 años y ahora es mujer", afirmó Laura Cartuccia, directora de Anses de Salta, y agregó:
"Nosotros nos basamos en la Ley Jubilatoria, la edad tanto para el hombre como para la mujer, con los años de aporte,
la señora tiene un DNI que dice que es mujer".
Más allá de lo anecdótico, según Clarín
el caso de Sergio-Sergia generó debate respecto a las diferencias en la edad de jubilación de hombres y mujeres (desde los 65 y desde los 60 años, respectivamente),
así como también el vacío legal que existe detrás de la ley de identidad de género que rige en el país trasandino.
