Akihito (al medio, junto a su esposa Michiko) accedió al trono el 7 de enero de 1989, convirtiéndose en el 125° emperador de Japón.
Reuters
SANTIAGO.- “Anemia cerebral”, ese es el diagnóstico que el doctor del Palacio Imperial le dio Akihito, el emperador japonés que lleva casi 30 años en el Trono del Crisantemo, y que anunció hace un par de años que esperaba abdicar en 2019.
"Estoy preocupado por la dificultad para cumplir con mis obligaciones como símbolo del Estado", decía entonces.
Hasta este miércoles, las actividades de Akihito han sido canceladas, incluyendo una recepción de la princesa Ayako, quien presentó el lunes de forma pública a su prometido y anunció su matrimonio para el próximo 29 de octubre.
La frágil salud de Akihito lo obligó en agosto de 2016 anunciar su deseo de ceder el trono a su hijo, el príncipe heredero Naruhito, pero las particularidades de la Constitución nipona y la necesidad de aprobar una legislación específica para la sucesión en vida de Akihito -que supondrá la primera de un emperador nipón en dos siglos- han retrasado hasta fines de abril de 2019 la fecha prevista para la abdicación.
Los deseos del emperador
El emperador ha confesado que “de cuando en cuando” se pregunta si sería posible evitar que su país enfrente la muerte en ejercicio de un emperador, y ahorrar a sus descendientes todo el cargo que suponen las ceremonias de duelo y actos funerarios.
Ya e
n el año 2012, Akihito se sometió a un "bypass" y en 2003 sufrió un cáncer de próstata tras el que padeció osteoporosis debido al tratamiento que se le recetó entonces.
Todos estos motivos han acrecentado la preocupación de la sociedad nipona, al darse a conocer la noticia del diagnóstico actual de Akihito. Afortunadamente, la Agencia de la Casa Imperial nipona informó este miércoles que
el emperador estaría recuperándose. "Se ha producido una mejoría en cuanto a los mareos y al ligero dolor de vientre, aunque el médico ha tomado la decisión de que mantenga reposo hoy también", detallaron.
Cabe recordar que
el príncipe heredero, Naruhito, está casado con Masako, cuya depresión crónica, se agudizó cuando dio a luz a la princesa Aiko y no a un varón que continuara el linaje. El segundo en la línea, su hermano Akishino, goza de gran popularidad en Japón junto a su familia, compuesta por su esposa Kiko, y sus hijas Mako y Kako, y el mejor de su descendencia,
Hisahito, (tercero en la sucesión al trono).
Mientras que Mako y Ayako (hija del primo del emperador Akihito) han debido renunciar a su estatus de nobleza para casarse con plebeyos -cosa que no sucede con los miembros masculinos de su familia-, la discusión acerca de las estrictas reglas patriarcales del Trono del Crisantemo ha sido fuerte en las últimas décadas, sobre todo, al impedir que las mujeres puedan optar a ser emperadoras.
