El incidente ocurrió en diciembre de 2012. (Foto de referencia).
Reuters
SANTIAGO.- Esta semana, los tribunales australianos no le dieron la razón a Brian Lim. Este australiano había demandado a su esposa, Eunkyung Cho, por "negligencia", debido a que ella no frenó el vehículo que manejaba, y desde el cual Lim había decidido saltar después de una fuerte discusión.
El día del incidente, en diciembre de 2012, Lim, su esposa y sus dos hijos (de 2 y 4 años), venían en el Mercedes Benz familiar, desde un restaurante hacia su casa.
La pareja estaba discutiendo acaloradamente, según ABC de Australia, porque Lim había estado conversando con un conocido en el local donde habían cenado.
Un comentario despectivo que hizo Cho acerca de los padres de Lim fue el detalle que hizo estallar la rabia del australiano, quien le gritó a la mujer que quería el divorcio y saltó del vehículo que iba a 50 km por hora.
Con la caída, y tal como indica la prensa australiana, Lim quedó con "lesiones catastróficas", que lo dejaron "bajo incapacidad legal", dependiendo de otras personas para moverse.
Ante esto, el australiano demandó a su esposa, alegando que sus heridas no habían sido tan graves si Cho hubiera pisado los frenos de su Mercedes Benz.
"Completamente fuera de lugar"
En noviembre del año pasado, el juez David Wilson desestimó la demanda hecha por Lim, por lo que el australiano llevó su caso al Tribunal de Apelaciones de Nueva Gales del Sur, pero este último ratificó la resolución de Wilson el pasado lunes.
El juez señaló que el repentino frenazo que podría haber hecho Cho cuando Lim decidió saltar, podría haber causado lesiones a los dos niños que viajaban atrás del vehículo y a otras personas que podrían estar transitando en la carretera.
Asimismo, comentó que si bien Cho tenía la responsabilidad de cuidar la integridad de Lim mientras estuviera en el auto, esta obligación no se extendía a protegerlo en la calle si él mismo decidió saltar. Por lo demás, calificó el hecho como algo "completamente fuera de lugar" y señaló que una "persona razonable" no habría saltado de un automóvil.