"A muchos pasajeros del metro les incomodan los fuertes olores, sobre todo a aquellos que provienen de la comida rápida", dijo el vocero de Wiener Linien.
EFE
SANTIAGO.- El mal olor es el principal problema que alegan los usuarios del metro de Viena, y en estos días, con la ola de calor que azota a Europa, la situación parece agravarse.
Es por eso que la compañía austriaca de transporte público, Wiener Linien, decidió repartir este mes 14 mil desodorantes entre los pasajeros de la línea U6 que, según explican, es la más calurosa debido a su antigüedad, ya que no cuenta con los mismos sistemas de aire acondicionado que el resto.
Tal como comentó el portavoz de la compañía, Daniel Amman, a medios europeos, los desodorantes fueron "arrancados" de las manos de los repartidores, y las "las reacciones de los pasajeros han sido muy positivas, nadie se lo toma demasiado a mal".
Sin embargo, Amman quiso dejar claro que los usuarios vieneses no expelen olores más fuertes que los de otra ciudad del mundo, solo que el calor de este verano boreal ha hecho que la molestia por los hedores sea un tema más sensible. "Esto fue pensado principalmente como un consuelo", aseguró.
"A muchos pasajeros del metro les incomodan los fuertes olores", comentó Amman, "sobre todo a aquellos que provienen de la comida rápida". Por esto, la empresa ahora estudia prohibir en los vagones el consumo de alimentos como pizza, fideos asiáticos y shawarmas, entre otros, pero esperan recibir la opinión de la gente antes de tomar una decisión.
Según una encuesta realizada por la emisora pública ORF, el 77% de los usuarios estaría de acuerdo con prohibir la comida dentro del metro, una medida que ya está vigente en Berlín y Hong Kong.
